Taylor Swift comenzó su carrera durante la década pasada cantando música country. Años después, cuando ya era famosa en Estados Unidos, dio un giro hacia el pop y se convirtió en una estrella a nivel mundial.

Su éxito en la industria musical llegó a su clímax con el disco “1989“, que rompió records de venta en su primera semana, con 1.28 millones de copias.

Fue ese álbum el que creó cierta fricción con las plataformas de música por streaming hace dos años, en particular con Spotify, servicio al que calificó como un “experimento que no compensa justamente a los compositores, productores, artistas y creadores de música”.

La ruptura se mantuvo desde 2015, aunque su música se puso a disposición de Apple Music -tras llegar a un acuerdo-, incluso ha sido protagonista de algunos anuncios del servicio.

Recientemente, la estadounidense decidió concluir la enemistad y permitir que todo su catálogo de canciones esté disponible en otros servicios de música streaming que no son de Apple (incluyendo Spotify, Amazon Music, Tidal y Pandora).

Sin embargo, a unos días de que salga al mercado su nueva producción, el 10 de noviembre, “Reputation” marca una nueva pelea con el streaming, pues no se escuchará en ningún servicio.

Bloomberg reveló que los representantes de la estrella pop dijeron a servicios como Spotify o Apple Music que el nuevo álbum no podrá estar disponible en sus servicios durante la primera semana de ventas.

No se sabe hasta cuándo estará a disposición de los seguidores de la cantante por esas vías, pero trascendió que están en negociación con ella, ya que se trata de una de las cantantes más rentables en el mundo.

Otros casos

Adele evitó que su disco 25 llegara a las plataformas varios meses y Beyocé dejó que su último álbum “Lemonade” estuviera disponible en Tidal.