Taylor Swift es un fenómeno mundial con todas sus letras. Desde hace algunos años, todo lo que toca se convierte en oro. El fin de semana, por ejemplo, se presentó en un partido de la NFL y de inmediato aumentó los números del jugador Travis Kelce (con el que supuestamente se le relaciona) en más de 400K. No solo eso, durante el domingo anterior, también fue el jugador que más camisetas facturó. Fue el efecto Taylor Swift.
Ahora bien, ¿qué pasa con el Marketing detrás de Taylor y todas las ganancias que genera? La respuesta es muy simple: fidelización y creación de comunidad (claros apoya en redes sociales y noticias en prensa, pero explota como nadie la fidelización); precisamente es así como genera una cadena para ser la artista con la mayor cifra de ventas en la historia, con más de 2,200 millones de dólares de ingresos a agosto del 2023. La pregunta aquí es muy sencilla: ¿cómo logró tener la gira más lucrativa de la historia? Teniendo un buen producto (su música) y generar engagement y fidelización con su audiencia. Esa es la clave. Y es que ella por sí misma es una “Love Brand”.
Primero: el producto, su música. Taylor es de las artistas más reconocidas y reproducidas de Spotify, tiene el segundo puesto en todo el globo en cuanto a número de oyentes mensuales con más de 100,000,000, tan solo su sencillo Blank Space tiene más de 1.5 billones de reproducciones (en notación estadounidense). Siempre he pensado que por más “marketing” que pueda traer detrás la música, siempre debe tener una gran calidad, de lo contrario no conectaría con su público. Tan fácil como eso.
Un buen producto te ayuda a vender, claro. Pero el verdadero reto es mantenerse y aumentar el ticket promedio por cada uno de los usuarios que ya consumen su producto. Precisamente es en este rubro donde creo que está la mayor genialidad de Taylor: ha creado una comunidad sin precedentes en la música de cualquier tiempo: lxs swifties. Esta conexión especial se da mediante las redes sociales, donde genera diversas dinámicas para crear engagement con su audiencia. No solo eso, su merchandising también es conocido: te reconoces como swiftie mediante las pulseras que representan signo de camaradería y amistad. Hace poco, mediante las presentaciones de Taylor en México, las redes sociales se viralizaron precisamente mostrando estas pulseras de lxs swifties. Por si fuera poco, además de ser la gira más lucrativa de la historia, la grabación estará pronto disponible en cines. Y también ha roto récords de taquilla.
El aprendizaje es: empiedra tanto a tu audiencia que generes lealtad. Porque la lealtad es lo más complicado de obtener para una marca: si llegas a este nivel del funnel, significa que te has convertido en una “love brand”, tal como Taylor Swift. Precisamente se ha hablado mucho de este fenómeno: no solo es su producto, sino su audiencia generando marketing. Y nuevamente ella, como marca, es la ganadora.
Hay un caso interesante que leí hace poco: el periódico USA Today abrió una vacante especializada para crear noticias de Taylor Swift. Únicamente para hablar sobre ella, como noticia, seguimiento y contenido. Una locura si me lo preguntan. El trasfondo es muy simple: su contenido, su presencia, su marca vende más que nadie en este planeta. Lo repito otra vez: un medio como USA Today está buscando un generador de noticias únicamente centrado en Taylor.
En este punto, hay que reconocer que no se trata de un “producto” fugaz como pudo ser el fenómeno del “Barbenheimmer” que, si bien acaparó y disparó las ventas en el cine durante el 2023, Taylor Swift, como marca, produce y seguirá produciendo seguramente hasta que se retire de la música. Y para que eso llegue habrán de pasar algunas décadas, quizás muchas más, ya que es abanderada de una nueva generación. Tan solo pensemos que, aún hoy, 50 años después del último disco de los Beatles, continúan generando ganancias.
Es muy probable que Taylor Swift acumule mayores números gracias a su forma particular de hacer marketing. Lo vaticino desde ahora.
Promesa.