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Lectra tiene un estimado de los retos que se enfrentan en apparel actualmente, como el alza en el costo de las telas.
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En estudios como el “7mo Estudio de uso de Redes Sociales en Centroamérica y el Caribe” se nos advierte la importancia para las marcas de identificarse con los consumidores.
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Kim Kardashian es una de las artistas que más ha llamado la atención de la tendencia doble cero.
El apparel tiene un reto en puerta y se llama doble cero, tendencia que, de consolidarse, representaría un cambio en la industria y un referente para las reglas del mercado de ropa, donde ya se viven momentos tensos, como la suspensión de compras a proveedores y cambios directivos de importancia en las grandes compañías de moda.
Al día de hoy se han conducido estudios como el que Lectra llevó a cabo, en donde la firma identificó las telas que en medio de esta inflación han incrementado sus precios, dando con alzas considerables, sobre todo porque se trata de productos clave en la producción masiva de prendas que mueven el fast fashion y ahora las marcas premium.
Dentro del estimado de la firma, se considera que la tela que mayor incremento en su precio ha registrado es el lino, con un aumento de 19 por ciento en su costo; algodón, 10 por ciento; rayón, 6 por ciento y poliéster, 4 por ciento.
Este es un poderoso insight que nos habla de la “papa caliente” que tienen las marcas de moda ante una inflación a la que llegan con decisiones de negocio tomadas con base en tendencias que se habían mantenido estables por un periodo y en donde se lograron avances importantes en materia de inclusión, como la visibilidad de las consumidoras de tallas extra.
Ahora, con un problema de altos costos para los patrones que ya maquilaban, crece la tendencia de doble cero y con ello la posibilidad de que se establezcan nuevas medidas que pongan de cabeza a la industria de apparel.
Esta semana es noticia, por ejemplo, que empresas como Boohoo, dueña de firmas como Nasty Gal y Karen Miller; así como Asos, cancelaron pedidos a proveedores por el impacto que tiene la inflación y la incertidumbre que genera en el alza de precios que eventualmente se impondrán y un nuevo peso muerto ahora a la operación de estas empresas, la posible imposición de la tendencia doble cero, que impone productos y cambios que en definitiva vulnerarán a la industria.
¿El regreso de la doble cero?
El mercado de apparel ve a la distancia la posible imposición de la talla doble cero, luego de que en redes sociales se han incrementado los posteos con imágenes donde mujeres lucen dicha talla en todos los niveles, desde modelos, celebridades de medio fuste y la misma Kim Kardashian, quien es de las influencers con más impacto en Instagram, según cifras de la red social.
La posible llegada de las tallas doble cero representa un importante reto en la operación de las marcas, desde su maquila hasta la comunicación de sus compañías, las actividades estarán supeditadas a la inflación y a la demanda del consumidor, que posiblemente tome decisiones de compra impulsadas por activaciones de marcas que logren empatar con esta tendencia de la que hemos dado cuenta.
Estas acciones patentan un reto muy importante en apparel y es la capacidad de los consumidores de lograr integrarse de mejor forma ante los consumidores, sobre todo en un momento en que estudios como el “7mo Estudio de uso de Redes Sociales en Centroamérica y el Caribe”, se nos advierte que de cinco importantes razones para seguir a una marca en redes sociales, el 13 por ciento lo hace porque se siente identificado con ella.
El apparel enfrenta inflación y el posible regreso de la talla doble cero, que impondrá cambios drásticos en las operaciones de estas marcas, obligando a replantear sus estrategias y con ello, posiblemente, congelar inventarios, liquidarlos a un precio menor que no estaba considerado en el balance general de la marca y migrar sus acciones a la tendencia de las tallas mínimas, tanto en maquila como en comunicación de esta.
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