Usualmente estamos condicionados a tener miedo, a pensar en lo peor, a ver escenarios oscuros y poco alentadores, nuestro cerebro contiene una fascinante estructura primitiva llamada amĂgdala que forma parte de algo llamado cerebro profundo, donde priman las emociones básicas como el miedo o la rabia, y el instinto de supervivencia básico para la evoluciĂłn de cualquier especie, que antes nos servĂa para huir de un tigre dientes de sable, en momentos de peligro se liberan las hormonas de stress, provocándonos efectos como taquicardias y aumento en la frecuencia de respiraciĂłn, se desata una serie de reacciones quĂmicas que desconectan varias partes de nuestro cuerpo y manda toda la atenciĂłn y sangre a nuestras extremidades para huir lo más rápido posible antes de ser el desayuno de un gran depredador.