La importancia de mantener un equilibrio en las empresas entre experiencia y juventud es un factor que es clave para conservar la competitividad en el mercado, pues tener a personas con varios años de antigüedad dentro de la organización, sobre todo en puestos de Dirección o Gerenciales, reducirá el margen de error en tareas fundamentales donde el riesgo financiero para la empresa podría ser alto, mientras que los jóvenes le pueden aportar a las empresas empuje, determinación, fuerza, talento, nuevas ideas, energía renovada, pasión, creatividad, manejo de tecnología, excelente uso de redes sociales y mucha presión para el jefe inmediato que sentirá cómo alguien con mucho menos experiencia le puede comer el mandado si no logra ponerse las pilas rápidamente.