Era solo cuestión de tiempo. La pandemia del Covid-19 vino a acelerar un proceso que, a todas luces, ya era evidente: la preponderancia del consumo de información y la interacción virtual a través de las plataformas digitales y las redes sociales.
Contar con una estrategia de vinculación efectiva con los distintos grupos de interés es un factor clave para la reputación de cualquier organización.
El camino recorrido en los últimos años nos ha llevado a replantear la cotidianeidad y modificar nuestra forma de operar en muchos aspectos de nuestra vida.
Para lanzar una campaña política efectiva, el primer paso parece sencillo, pero es crucial: escucha a tus ciudadanos.
Nuestra sociedad se enfrenta a una serie de desafíos globales que cada día se hacen más visibles, como el cambio climático, la transición de una economía lineal a una circular, el aumento de la desigualdad y el equilibrio entre las necesidades económicas y las necesidades de la sociedad.
La distribución de información corporativa es medular en el fortalecimiento de la reputación de un negocio y la relación con la prensa es clave en este proceso.
La actualidad demanda nuevas formas de pensar y hablar para hacer realidad la inclusión.
El marketing de influencia, aunque lleva siendo una práctica de muchos años, se vio revolucionado desde hace un tiempo con la llegada de los “influencers” o creadores de contenido. La pandemia puso principal foco en ellos y la industria cambió.
Este año y medio ciertamente ha venido a cimbrar muchas de las prácticas que habíamos estado haciendo antes de que comenzara esta pandemia, una de ellas definitivamente ha sido el modo en el que hacemos negocios y promocionamos nuestras marcas.
La confianza en las compañías es trascendental ante el reto de las fake news que
pueden poner en jaque la reputación de cualquiera
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