¿Existe un derecho legítimo a ser olvidado? ¿a ser borrado de los libros? ¿a no existir en los directorios telefónicos? De acuerdo con los recientes acontecimientos legales, parece que ser que no. Tal como rezaría el slogan de una estación radiofónica en la ciudad de México en los años setenta, “… la que llegó para quedarse”.
“¿Qué es un camello? preguntó un hijo a su padre. El padre, que recién regresaba de una frustrante junta de comité donde “nada se había logrado”, contestó. Un camello hijo, es un caballo diseñado por un comité”
Como si fueran pocas las responsabilidades virtuales, que crecen a cada instante; la cantidad de contraseñas y nombres de usuarios para entrar a los múltiples perfiles y aplicaciones; las actualizaciones de nuestras imágenes en la Red, etc., algo que puede avecinarse, y que me tiene aterrada como buena “grinch digital”, es que a este paso vamos a tener que comprar seguros para salvaguardar nuestro buen nombre en la nube, sí, tal cual, nuestra dignidad digital.
Nuestra generación es considerada como la de mayor acceso a la información en toda la historia de la humanidad; es por esto que el manejo de ésta es clave para las marcas y su afán de acercarse naturalmente a las audiencias. Los anuncios pierden relevancia frente al “gran contenido”.
La mercadotecnia no es solo materia para empresas establecidas y con extensos presupuestos. Representa un “mind-set” o mentalidad de negocio que puede aplicarse a toda persona que busca satisfacer una necesidad. Por lo tanto no debe ser excluyente de ningún giro u oficio.
Todos tenemos la capacidad de aislar acontecimientos negativos de nuestras vidas, de hecho es un mecanismo de sobrevivencia para que seamos capaces de continuar con nuestras vidas. El problema radica cuando creemos que literalmente podemos borrar estas experiencias lo cual es irreal.
La creciente tendencia de las marcas en el uso de redes sociales (para acercarse a sus clientes y potenciales compradores) es innegable. Destacar contenidos e incrementar la efectividad de sus contactos con el público se ha convertido en un deseo constante para todos aquellos que nadan en el gran océano de marcas que buscan atención en la web.
“Muchas personas experimentan la creatividad de cubículo, donde la cantidad y calidad de sus ideas es proporcional al espacio en el que tienen que pensar”
Los espacios lúdicos dentro de las empresas son una excelente opción para propiciar un ambiente de trabajo no sólo más creativo, sino también más productivo, comprometido y colaborativo. Son espacios donde la gente se siente en confianza y libre para jugar.
Justo ahora que está en pleno furor el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, Spotify, una de las plataformas líderes de música por internet y la reconocida agencia Droga5, celebran la 60ª edición del festival recopilando una lista.
Esta lista fue formada gracias a que se reunió a 10 líderes creativos para que mencionaran 6 canciones que han influido.
Mi país es uno que desde que tengo razón, no confía en su policía. Pese a creer que esto es una tendencia general, e incluso saber que algunos policías han actuado bien, sí me atrevo a afirmar la mayoría de los ciudadanos en cualquier estado no confía en su policía.
Mi perspectiva es que son corruptos, oportunistas, fáciles, abusivos, irresponsables y sin criterio (quizá esto último lo peor). También creo que esto es culpa de cada gobierno e institución responsable, pues poco se puede esperar de quien no se capacita correctamente, no se cuida, no se protege ni atiende. La policía está hoy en día atada de manos y ni queriéndolo podrían acabar con los principales organismos de crimen del país, simplemente no tienen la infraestructura, sus elementos son mal pagados y hasta explotados.
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