Cheetos, la icónica marca de aperitivos con sabor a queso, tiene una historia fascinante que se remonta a 1948 cuando fue creada por Fritos Company.
La lucha contra la comida chatarra también requiere un cambio cultural y educativo. Promover una dieta equilibrada y la importancia de un estilo de vida
Según datos de Euromonitor International, el valor de las ventas de snacks salados en nuestro país alcanzó los 3.6 mil millones de dólares en 2020.
A través de un video viral en la red social TikTok, una usuaria compartió cómo se hacen los Cheetos, que es una de las botargas más populares ante el consumidor en el país.
Cheetos buscaba el hogar perfecto para su estatua, encontró la aldea en Alberta, Canadá, con un nombre afín, Cheadle.
En México se consume un promedio de 157 mil toneladas de papas fritas al año y colaboración pretende alcanzar a otro tipo de audiencias
Por medio de Twitter, el Community Manager de Cheetos le entró al juego del doble sentido y del albur con uno de sus consumidores
internautas comentan que el precio de la fruta se debe a la importación de la misma.
La mascota original de la marca fue el Ratón Cheetos (Cheetos Mouse), mismo que nació en 1971 y desapareció ocho años más tarde.
Desde hace algunos días las redes sociales abrieron un debate en torno a los Cheetos, una de las frituras más conocidas en México y el mundo, sobre cuál sería el sabor o empaque que los mexicanos consideran como ‘Cheetos normales’, dividiendo la opinión pública en dos bandos: Cheetos torciditos o naranjas y Cheetos Poffs o azules.
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