Quizás el lector ha tenido amigos que de pronto publican noticias sobre el fallecimiento de un familiar, temas desagradables o en caso contrario temas hilarantes, y no saben cómo interactuar con dichos contenidos. De pronto veo “likes” en comunicados sobre alguna tragedia, lo cual no representa la mejor forma de interactuar, aunque era hasta hace una semana la única forma de hacerlo además de colocar un comentario.
Tuve la oportunidad de ver en televisión el Super Bowl # 50 en una transmisión directa y con acceso a todos los spots originales, y sin ser fan de algún equipo en especial, (en realidad me considero lo que se llama un “Villamelón”) reconozco que lo mejor de todo el partido fueron los cortes comerciales. Es bien conocido que el Super Bowl es el evento anual con mayor rating en el mundo, es también todo un festival publicitario.
Resulta que en el 2015 ya existen 198 millones de personas que han bloqueado anuncios en sus medios digitales, lo cual puede representar para este año $41.4 Billones de dólares de impacto negativo a la industria publicitaria.
Si nos remontamos a los origines de varias redes sociales que hoy en dĂa usamos rutinariamente, podemos percibir que varias es Ă©stas nacieron sin claridad de rumbo o de su modelo de negocio. Facebook naciĂł para buscar amigos e interactuar entre estudiantes, hoy es otra cosa. Linkedin para vincular ejecutivos o colegas, hoy es una herramienta de contenidos y prospecciĂłn. Pinterest naciĂł como un Pinboard virtual, hoy es un buscador de ideas. Y finalmente Twitter, que naciĂł con la idea de expandir el alcance de los mensajes SMS hoy en dĂa es un vĂnculo noticioso y un termĂłmetro de tendencias.
Varios colegas (yo incluido) hemos escrito sobre la importancia del SEO (Search Engine Optimization) como parte de las estrategias digitales más importantes, sin embargo tengo la impresión de que perdemos de vista la visión de la audiencia y nos concentramos en los aspectos técnicos y en el “deber ser” del sitio ideal.
En mi experiencia con visibilidad de varias marcas o empresas con páginas empresariales de Facebook me llama la atención que los niveles de alcance promedio nunca rebasan ni el 30% de la base total de fans, de decir, dos terceras partes de los fans de una página no reciben los contenidos, lo cual no es tema menor. Según una publicación de John Bell en www.socialmediatoday.com se estima que solo el 3% de los fans están expuestos al 100% de nuestras publicaciones empresariales, y que son aquellos que normalmente dan un “like” o comparten dichos contenidos.
Tal como lo he mencionado en varias ocasiones, el sitio WEB es el punto neurálgico de toda estrategia digital, donde en la mayorĂa de las ocasiones todo esfuerzo en blogs, redes sociales o motores de bĂşsqueda debe aterrizar en Ă©l como el sitio formal e institucional de una marca en el contexto virtual. A su vez, la mayorĂa de los nuevos sitios se diseñan para ser visibles por los buscadores como Google, Bing o Yahoo, y salvo algunos, muy contados y quizás los más exitosos, diseñan su sitio WEB para fomentar la “ConversiĂłn”. La estructura funcional de la gran mayorĂa de las páginas permite un mejor despliegue en los buscadores pero Âżfomenta la conversiĂłn?.
A estas alturas del partido digital conocemos los principales indicadores de desempeño o Ă©xito (KPI’s). Evaluamos nuestra gestiĂłn en redes sociales y sitios web con base a variables como tráfico, alcance, engagement (o conexiĂłn), conversiĂłn, ventas, entre otros nuevos que surgirán. Sin embargo, a pesar de haber dotado con ciencia a las herramientas de mercadotecnia digital, la parte artĂstica y “esotĂ©rica” de estos medios radica aĂşn en el misterioso comportamiento del consumidor y sus impredecibles reacciones ante un contenido adecuado, en el contexto adecuado.
Esta palabra es relativamente nueva en mi vocabulario, y me gusta porque implica uno de los grandes vicios o debilidades del ser humano. Procrastinar es postergar una acciĂłn importante que podemos hacer hoy y que sustituimos por otra acciĂłn de menor relevancia.
En estos dĂas circula por la ciudad de MĂ©xico una campaña en medios exteriores, sobre todo en autobuses y paradas de transporte urbano, que muestra en primer plano a Marco Antonio RodrĂguez, alias “Chiqui Marco” o “Chiquidrácula”, el ex árbitro del futbol mexicano, mostrando enĂ©rgicamente una tarjeta roja de expulsiĂłn, y con una frase que dice “tarjeta roja a los gastos innecesarios”. Otra frase de la misma campaña dice “no te quedes en la banca”.
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