
Los cambios en las tendencias de los consumidores golpean a los líderes del Fast Fashion, Zara y H&M. La moda rápida enfrenta su primer gran desafío.
Esta semana la firma española Inditex presentó el nuevo logotipo de su marca Zara, algo que despertó mucha polémica sobre el diseño; para muchos apela al sector de lujo, para otros atenta contra la legibilidad y se asemeja a un título de revistas.
En la carrera por los datos de los consumidores, H&M toma la ventaja: contrató a Christopher Wylie, el experto que descubrió como Facebook permitió el tráfico de información de millones de cuentas.
Zara, firma insignia de grupo Inditex que cambió su logo luego de más de tres décadas causando revuelo en redes sociales.
Luego de evaluar los precios de ropa manufacturada por Zara en 44 países, el banco de inversión brasileño BTG Pactual, reveló el llamado Índice Zara.
Zara es una de las marcas líderes en fast fashion, por el modelo con el que ha logrado que su marca alcance ventas a nivel mundial de manera exitosa.
Zara es un muy buen ejemplo de cómo funcionan los nuevos esquemas como el fast fashion, fashion retail y los diseños efímeros.
Múltiples marcas han influenciado sus creaciones en trabajos artesanales sin dar crédito ni pago por ello. En lo que va del año se registran 11 casos
H&M necesita un impulso digital de forma urgente. Como parte de su estrategia, se asoció con la fintech sueca Klarna, que ofrece el sistema de pagos que ya usa Ikea y la tienda británica Asos.
Mientras que otras marcas experimentan resultados positivos con acciones de unbranding, Zara entra al mercado de atestar la ropa de monogramas y logos.
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