T-Mobile y Sprint anunciaron este domingo una megafusión, lo que representa la colaboración de dos de las empresas telefónicas más grandes del mundo, en una operación valuada en más de 26 mil millones de dólares.
La empresa combinada, que llevará el nombre de T-Mobile, tendrá más de 100 millones de clientes y buscará ser más competitiva contra Verizon, la más grande de las telefónicas en el mercado de Estados Unidos.
John Legere, CEO de T-Mobile, señaló que la meta de la nueva empresa será unir esfuerzos para construir la próxima generación 5G de red celular que según él sería la red de mayor capacidad en la historia de la Unión Americana.
Bajo el acuerdo en principio, que aún requiere ser aprobado por los reguladores federales, Legere será el CEO.
Deutsche Telecom, la principal accionista de T-Mobile, retendrá el 42 por ciento de las acciones, en tanto que SoftBank, el mayor accionista de Sprint, el 27 por ciento, según los términos del pacto.
Ambas empresas habían celebrado conversaciones para una potencial función desde 2014, pero después abandonaron los planes durante la administración del presidente estadounidense Barack Obama.
Tres años antes de esas negociaciones, T-Mobile y AT&T realizaron negociaciones similares, pero la fusión no fue aprobada por reguladores federales.
“Esta combinación creará un fiero competidor con una escala (suficiente) para dar más a los consumidores y las empresas en forma de precios más bajos, mayor innovación y una insuperable experiencia de red”, explicó Legere, para quien las dos firmas tienen un ADN similar.
Ambas telofónicas han apostado por planes móviles ilimitados, desgranó que pretenden llegar otra situación de “ruptura competitiva” al construir la “mejor red de 5G del mundo”, algo que ninguna de las dos “podría crear sola”, como tampoco podrían Verizon ni AT&T en el “corto plazo”.
Sólo la nueva T-Mobile, insistieron las operadoras, tendrá la capacidad suficiente para sentar las bases de la red 5G en sus primeros años, gracias al espectro expansivo de 2.5 GHz de Sprint, el nacional de 600 MHz de T-Mobile y otros activos comunes.
AT&T y Verizon “tienen o bien que sacar a sus actuales clientes de LTE, lo que llevaría años, o usar un tipo de espectro que pueda llevar la señal a 600 metros desde un sitio de célula, y eso hace casi imposible” que puedan construir una red 5G “rápidamente” en Estados Unidos, explicaron las compañías.
De acuerdo con los precios de mercado tras el cierre de Wall Street de este viernes, Sprint está valorada en unos 26 mil millones de dólares y T-Mobile en torno a los 55 mil millones.
Tras el anuncio, las acciones de Sprint se disparaban más de un 8 por ciento en las operaciones electrónicas y los de T-Mobile subían un 0.66 por ciento.