T-Mobile, el operador de telefonía móvil estadounidense, había dicho el martes que fue víctima de un ataque cibernético y que había iniciado una investigación. Sin embargo, no había dado detalles del alcance del problema.
Un día después, se conoce que el hackeo en sus sistemas dejó expuestos los datos personales de unos 8 millones de clientes actuales de la compañía. Un verdadero desastre para la marca cuando la competencia en el sector es cada vez más dura, más aún con el arribo de las 5G.
De ese total, 7,8 millones son clientes de pospago del servicio y otros 850 mil, de prepago.
La compañía se enteró del ataque a finales de la semana pasada, dijo este martes 17 de agosto en un comunicado. El comunicado sólo se hizo público cuando en un foro en línea se afirmara que se filtraron los datos personales de sus usuarios.
Además de los 7,8 millones de datos personales de usuarios pospago y de los 850 mil de prepago, se filtraron 40 millones de registros de clientes anteriores o de potenciales nuevos contratos, confirmó ahora T-Mobile.
Los datos filtrados de T-Mobile incluían el nombre y el apellido de todos los clientes de T-Mobile, sus fechas de nacimiento, los números de seguridad social y la información de la licencia de conducir. Es decir, todo lo que la compañía tenía en el sistema.
Por ahora, no hay indicios de que se hayan robado los datos financieros, especialmente el número de las tarjetas de crédito y sus códigos de seguridad.
Según T-Mobile, el punto de entrada utilizado por los hackers para acceder a los datos ha sido cerrado.
T-Mobile es uno de los grandes jugadores de telefonía de los Estados Unidos. Tiene un amplia cuota de mercado junto con Verizon y AT&T. Sprint es parte del holding de T-Mobile desde que se fusionaron en 2020.