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Entre los temas más grandes del T-MEC, que difieren del TLCAN, está el asunto de las reglas de origen
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Las regulaciones piden que, si las empresas operan en México, sus importaciones deben tener muchas partes hechas en EEUU
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También se luchó para tratar de incrementar el salario mínimo de los trabajadores latinoamericanos en la zona norte
ACTUALIZACIÓN: Se cambia el título principal, que decía “rectificado” en vez de “ratificado”
Desde hace años que el sucesor del TLCAN, conocido como T-MEC en México, ha estado en discusión por las potencias de América del Norte. Primero, parecía poco probable que todos los gobiernos pudieran llegar a un documento satisfactorio para todos. Después, se presentó el reto que se quedara atascado en el proceso burocrático latinoamericano. Luego, enfrentó el escrutinio de la bancada demócrata. Hasta hace poco, solo faltaba el visto bueno canadiense.
Pero finalmente el T-MEC acaba de ser ratificado también por los legisladores de Canadá. De acuerdo con RT, el Parlamento del país norteamericano ratificó el acuerdo comercial con los Estados Unidos (EEUU) y México. Todo el Congreso del país, incluido el Senado y la Cámara de los Comunes, dieron su aprobación con solo unas horas de diferencia. Así pues, de forma ahora sí oficial, se puede decir que el sucesor del TLCAN tiene luz verde para implementarse.
La noticia ya generó algunos comentarios de los líderes de las naciones involucradas. En datos de Infobae, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), calificó este hito como algo positivo en tiempos de inestabilidad económica y financiera. Sin embargo, según Sudbury, la noticia fue recibida de una forma más amarga en Canadá, por la crisis desatada por el coronavirus. Aún no hay ninguna noticia sobre lo que opina Trump de esta novedad.
El largo, tortuoso camino del T-MEC
Como ya se dijo, por mucho tiempo parecía que no se iba a lograr la ratificación del tratado. En enero del año pasado, se temía que se fuera a caer la negociación, por las exigencias que ponían ciertos reguladores de EEUU. Finalmente, en diciembre, las tres naciones finalmente firmaron el documento final. Después, a finales de enero, el presidente Trump dio su visto bueno oficialmente a este T-MEC, con lo que solo faltaba tener la aprobación de Canadá.
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Ahora con todas las naciones en el mismo renglón y todos los pasos despejados, solo está la cuestión de la implementación de este nuevo T-MEC. Cabe destacar que, con la experiencia del TLCAN, no debería de ser particularmente complejo hacer algunos ajustes a la relación que ya se tenía entre todos los países. A eso se le debe sumar que las empresas han tenido varios meses con el documento final en sus manos. En teoría, no tendría por qué hacer dificultades.
Sin embargo, es posible que los eventos inesperados que están asolando ahora al mundo vayan a tener un efecto específico en la implementación del T-MEC. En específico, cómo es que el coronavirus está generando paranoia y temor en todos los mercados del mundo. A eso se le debe de sumar la inestabilidad económica que podría desencadenarse a raíz de la guerra del petróleo en Medio Oriente. Así que, aunque es una victoria, aún falta mucho por recorrer.
Perspectivas económicas mixtas
Mucho se ha discutido sobre el efecto que este nuevo T-MEC podría tener en la economía de las naciones involucradas. En algún momento, se teorizó que los más beneficiados no serían los países de América del Norte, sino los gobiernos asiáticos. Asimismo, al menos en México, está el reto de que algunas empresas pequeñas no se sienten representadas en el acuerdo. A la vez, queda el tema pendiente de las tensiones subyacentes entre EEUU y sus otros socios.
Por otro lado, el gobierno de EEUU asegura que será un tratado particularmente benéfico a las empresas de menor tamaño. Según la AAC, también traerá muy buenas noticias a industrias de la agricultura y de logística. Por otro lado, el Washington Examiner dice que el mayor punto de beneficio es la oportunidad de terminar con la incertidumbre económica en la región. Un estado de caos que, curiosamente, se creó solo por la súbita reestructuración del viejo TLCAN.