Una de las transformaciones de consumo más importantes que se vive actualmente es la forma de acceder y presentar los contenidos de entretenimiento, el segmento Video-on-Demand sigue con su línea de crecimiento, prueba de ello es que para 2016, se estimó que los ingresos generados fueron de alrededor de 16 mil 291 millones de dólares; al tiempo que los contenidos vía streaming representó un volumen de mercado estimado en 9 mil 753 millones, según datos de Statista.

La mudanza de empresas de medios de comunicación al territorio digital es muestra de que el camino que trazó Netflix puede convertirse en una carretera llena de posibilidades; Disney anunció en el pasado reciente que para 2020 contará con su propia plataforma, además de que para 2019 ESPN podría ofrecer este tipo de servicio.

Es precisamente en el ámbito deportivo donde esta área de oportunidad se magnifica, ya que debido a los derechos de transmisión, acuerdos comerciales y hasta cuestiones territoriales, acceder a la gama deportiva no resulta sencillo, ya no basta con estar suscrito a la televisión de paga, ahora se tiene que contratar un paquete especial para ver algún deporte en su totalidad.

Debido a este tipo de inconvenientes, un grupo de personas radicadas en México, pero con financiamiento norteamericano, decidió juntar los deportes con mayor nivel de popularidad y proyección para ofrecerlos a través de una plataforma denominada “Sportflix”, misma que desde que se anunció, levantó polémica por parte de las cadenas de televisión deportivas.

Uno de los principales puntos en contra del “Netflix de los deportes” sería el pago por los derechos de transmisión que las cadenas deportivas sí realizaron para poder televisar los eventos deportivos, de hecho, este factor ya fue tomado en consideración, por lo que FOX Sports, junto con otras compañías como Televisa, ESPN, Univisión, TNT, entre otras, acusarían a la plataforma ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) por un posible robo de señal.

Actualmente, el IMPI investiga si Sportflix cuenta con los pagos sobre los derechos de eventos deportivos; en la víspera confirmó que la empresa no ha tenido trato con la Fórmula Uno, Fórmula E, la Liga Mexicana de Futbol o la Champions League.

Para las firmas de televisión deportiva, el robo de señal representa pérdidas millonarias, de acuerdo con datos de la consultora Business Bureau, en América Latina se calcula que 65 millones de casas y negocios cuentan con algún tipo de televisión restringida, de los cuales, por lo menos 10 millones tienen una señal “pirata”. México se encuentra en la cuarta posición en cuanto a contenidos robados en la región.

La denuncia realizada por las compañías de televisión cobra sentido ya que Sportflix cobra a sus usuarios una mensualidad que va desde los 19.99 dólares a los 29.99 billetes verdes; por una señal que no está justificada en cuanto al pago de la misma; en tanto, FOX Sports negoció con la Conmebol 150 millones de dólares anuales por los derechos de la Copa Libertadores y Sudamericana, por lo que proteger sus inversiones y tratos comerciales busca beneficiar la calidad de las transmisiones así como otorgar valor a las mismas bajo los patrocinios.