Son muchas las horas que pasamos en la oficina conviviendo con otras personas. El trato, la amabilidad, el respeto, así como las consideraciones hacia los demás son muy importantes. Seguramente hay muchas cosas que tus compañeros de trabajo hacen que no te gustan, así como habrá muchas cosas que tú haces que a ellos no les parezcan. Ciertas reglas de convivencia son importantes en todo ambiente laboral. Algunas son por lógica pero otras no parecen estar muy claras. Veamos algunas de ellas a ver con cuáles te identificas:

Música por imposición: ¿Quién dice que lo que tu escuchas les gusta a los demás? ¿Por qué presuponer que la música a todo volumen es del gusto de todos? ¿Sabes que hay gente que se desconcentra fácilmente si escucha música de fondo? Por cortesía debemos de ser respetuosos con el espacio de los demás. No porque a ti te guste la música (y peor aún a todo volumen) les va a gustar a todos. Hay ocasiones en donde incluso entre compañeros de trabajo compiten por ver quién pone la música más alta y la oficina se vuelve un mercadillo musical. Establecer una línea de respeto en este sentido es fundamental, tener claro si se permite y hasta que punto también lo es. Si no está demasiado claro sería bueno que optaras por usar tus audífonos (cuida también de no empezar a cantar en voz alta) y así evitar problemas con los demás.

Comida y todo lo relacionado a la misma: ¿Estás seguro que vas a abrir tu tupper para comerlo en la oficina sabiendo que traes un sándwich de atún con huevo? Nada más desagradable que estar oliendo la comida de otros durante todo el día. De hecho, por tu salud y bienestar laboral deberías de tomar el tiempo de comida para buscar un espacio propicio en donde puedas comer con tranquilidad y a la vez aprovechar el tiempo para descansar, desconectar y disfrutar. Otro aspecto importante a considerar es la limpieza que mantengamos no solo en nuestras cubículos o escritorios. Y por último, es conveniente que siempre al terminar de usar tus utensilios de comida ya sean tenedores, platos, vasos o incluso tazas de café las laves inmediatamente.

Constantes interrupciones: El mal de muchos compañeros y jefes: la interrupción constante. Ya cuando todo parecía estar en orden para comenzar el último reporte del día recibes una llamada de tu jefe pidiéndote que le envíes el archivo tal, o que te comuniques con el cliente, o que subas a reunión extraordinaria. También sucede que entre los mismos compañeros de trabajo existan interrupciones constantes que te hacen desenfocarte, perder la atención, distraerte y por ende no terminar las cosas en tiempo y forma. Seamos respetuosos con el tiempo de los demás, así como con esos momentos de interrupción. No es sano interrumpir a alguien constantemente cuando vemos que está enfocado en alguna tarea. Esto aplica también para las interrupciones por cualquier medio digital, (teléfono, whatsapp, facebook, twitter, etc.), cuestiónate si es meramente necesario mandar ese mensaje ahora o puede esperar. Por ahí dicen que si quieres darle un gran regalo a un colaborador, regálale tiempo y espacio para poder sacar las tareas que tienen pendientes.

Negatividad, drama, tragedias y chismes: Aún cuando puedes estar pasando por un muy mal momento, no es conveniente que entres en demasiados detalles o hagas pública tu vida personal en tu lugar de trabajo. A nadie le atrae una persona que siempre está quejándose, que es negativa, que se tira demasiado al drama, que solo habla de tragedias, que no ayuda, que está constantemente estresada, que habla mal de los demás o que le fascinan los chismes. Comparte con tus compañeros, pero sé cuidadoso de no abrumar, aturdir o mermar la energía de los demás con mala vibra. Lo que proyectas con tus comentarios y tus opiniones es, sin lugar a dudas, un aspecto importante sobre como te percibe la gente y será un factor determinante para tu proyección de carrera profesional. Elige como quieres ser percibido y actúa en consecuencia.

Estos son solo algunas consideraciones, sin embargo, cabe recalcar la importancia de algunas otras como saludar y despedirse, cumplir lo que uno promete, pedir las cosas educadamente, agradecer, cuidar el tono de voz cuando hablas y rías, pedir prestado, etc.

Gandhi decía: “La persona que no está en paz consigo mismo, será una persona en guerra con el mundo entero”. Yo digo que nadie está exento de cometer errores, a veces incluso sin darnos cuenta; sin embargo seamos conscientes de lo maravilloso que es convivir con gente que nos valora y nos respeta, y no solo nos engenta.