Con una audiencia récord de 123.4 millones, este evento demostró ser el más visto en la historia, destacando su importancia creciente no solo como espectáculo deportivo sino también como plataforma global para marcas, celebriddes y artistas. Es el evento deportivo más importante de forma unitaria y mucho de su atractivo  no es necesariamente el partido final de la temporada de la NFL. 

Hay mucho sucediendo alrededor del juego. El impacto publicitario fue significativo, con las marcas aprovechando la oportunidad para lanzar campañas novedosas, especialmente por el poder de su storytelling que resonaron tanto en televisión como en plataformas digitales. La integración de las redes sociales amplificó este impacto, permitiendo a las marcas interactuar con la audiencia en tiempo real.

En cuanto a las apuestas, el estado de Nevada estableció un récord, reflejando el creciente interés y la legalización de las apuestas deportivas en Estados Unidos. Esto subraya el papel del Super Bowl como un evento clave para la industria del Betting. Esto es importante remarcarlo, más que Las Vegas se caracteriza por tener eventos deportivos que incentivan las apuestas como eventos de boxeo, UFC y más recientemente la Fórmula 1.

No podemos pasar por alto el show de medio tiempo, protagonizado por Usher y presentado por Apple Music, que no solo fue un espectáculo de entretenimiento de alto nivel sino que también generó un valor significativo en exposición para el artista, demostrando la plataforma única que el Super Bowl ofrece para el posicionamiento de marca personal y promoción. Se ha comentado que el valor de exposición de Usher ronda los 50 millones de dólares por los aproximadamente 13 minutos de presentación. Desde que Apple Music tomó el lugar que dejó Pepsi como el poseedor de los derechos de Naming del espectáculo de medio tiempo, ha habido un giro que no ha tenido del todo contentos a los fans: lo primero, el show fue rediseñado para ser más un producto televisivo que para los asistentes (tiene sentido ya que en el estadio hay miles, mientras que en TV y Streaming hay millones), y la selección musical que bueno, en ciertos momentos deja que desear. Aún con eso, hay espectadores que principalmente esperan este momento más que lo deportivo.

Las celebridades y sus interacciones en el evento, incluyendo las apariciones de Taylor Swift, jugaron un papel crucial en el aspecto mediático, generando conversación y tendencias en diversas plataformas. 53 segundos es lo que midieron de tiempo de aparición en la transmisión por parte de la superestrella del Pop. Que se volvió parte de la conversación durante esta temporada y que atrajo también otras miradas a las pantallas, quizás menos entusiastas del deporte, pero que sin duda se fueron interesando. Así también pudimos ver a Paul McCartney, Leonardo Di Caprio, Justin Bieber,  Lana del Rey, y muchos otros que ayudan a la conversación. Incluso, el impacto se vuelve cultural porque los “outfit” que ha vestido Swift , se han convertido en tendencia de la moda y están marcando una nueva tendencia.

Este Super Bowl LVIII resaltó la evolución del evento en una experiencia multimedia que trasciende el deporte, afectando la economía, la cultura popular, y el marketing digital de manera profunda y variada. La combinación de una audiencia masiva, el espectáculo de medio tiempo, la participación de celebridades, y el impacto en las apuestas deportivas y la publicidad, confirman al Super Bowl como un fenómeno cultural y comercial sin par.

Mención Honorífica a la que por años, lleva siendo (para mi gusto) la mejor marca haciendo Real Time Marketing alrededor del Super Bowl: Avocados from Mexico. En el día que se consume más aguacate (guacamole) en Estados Unidos, lo hacen de manera maravillosa.