No obstante, la próxima edición de la fiesta grande de la NFL podría ser la excepción. Con poco más de un mes al frente de la presidencia, Donald Trump y sus políticas migratorias, económicas y políticas serán factor en lo que podría suceder en el gran partido que se celebrará el domingo próximo.
Como nunca antes, este evento deportivo y de entretenimiento estará relacionado con la política.
La punta del iceberg de lo que podremos ver este fin de semana será la transmisión previa al partido de una entrevista del presidente Trump con Bill O’Reilly así como las relaciones amistosas que el entrenador y el jugador estrena de los Patriotas -uno de los equipos en la contienda- tienen con Trump.
El asunto va más lejos y tiene que ver con lo que los propios televidentes esperan de este acontecimiento, en donde el partido en sí podría no llevarse los reflectores.