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Se espera que Trump sea dado de alta a las 6:30 PM, hora local, del hospital militar Walter Reed
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Ya desde hace varias horas que algunos allegados al presidente habían sugerido que podría retomar sus actividades este mismo lunes
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A lo largo del fin de semana, se describió su estado de salud como grave, en especial por su obesidad y su edad avanzada
A finales de la semana pasada, el presidente de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, dio a conocer que él y su esposa habían dado positivo a la prueba de la COVID-19. Poco después se le trasladó al hospital militar Walter Reed, donde ha permanecido bajo observación. Hoy, en una publicación de Twitter, el mandatario republicano informó que se espera que se le dé de alta dentro de unas horas. Y, como muchos temían, redobló su discurso minimizando el virus.
En la publicación, el presidente Trump aseguró que se siente “mejor de lo que me sentía hace 20 años”. Afirmó que el público de EEUU no debería de temer a la pandemia de COVID-19. En gran parte, porque el país, asegura “ha desarrollado grandes fármacos y conocimiento bajo mi administración”. También aprovechó para pedir a la población general que no se deje dominar por el pánico. En menos de 40 minutos, superó las 300 mil reacciones, shares y comentarios.
I will be leaving the great Walter Reed Medical Center today at 6:30 P.M. Feeling really good! Don’t be afraid of Covid. Don’t let it dominate your life. We have developed, under the Trump Administration, some really great drugs & knowledge. I feel better than I did 20 years ago!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 5, 2020
Por qué las declaraciones de Trump sobre la COVID-19 están fundamentalmente equivocadas
Que el presidente de EEUU haya sobrevivido al virus con un cuadro clínico moderado es tal vez el peor resultado posible de su enfermedad. A nadie se le desea la muerte ni una severa convalecencia de una enfermedad tan dura como la COVID-19. Pero su caso podía haber sido similar al de sus contrapartes británica y brasileña. Tanto Jair Bolsonaro como Boris Johnson, tras enfermarse, se tomaron más en serio la crisis. Trump claramente será todo lo contrario.
El ex-magnate efectivamente sobrevivió a la enfermedad sin aparentemente mayor problema, pero es un garrafal error decir que eso significa que la COVID-19 sea una enfermedad menor. Como lo reportó CBS, el mandatario fue tratado con varios tratamientos experimentales, fuera del alcance del público general. El más notable fue el fármaco Regeneron, un cóctel de anti-cuerpos que aún está en las primeras fases de pruebas clínicas. Y hay otros factores en juego.
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Junto con este tratamiento, se le tuvo bajo estricta observación en el hospital militar Walter Reed. Como apunta ABC, el complejo se ha usado por años para el tratamiento de los jefes de estado de EEUU, por lo que tiene algunos de los estándares médicos más altos en el mundo. La mayor parte de la gente que se enferme de COVID-19, y los que han muerto ya por esta enfermedad, no han tenido este nivel de atención. Su situación es un privilegio, no la norma.
Con diferencia, la peor gestión de la pandemia en todo el mundo
Desde que comenzó la pandemia, el mandatario republicano se ha colocado como una de las figuras más controversiales en el mundo en lo que respecta a la respuesta contra la pandemia. En cifras de Worldometers, la administración de Trump ha contabilizado más de 7.6 millones de casos de infección, así como 214 mil muertos acumulados. Esto es equivalente a alrededor de una quinta parte de los enfermos y fallecimientos en todo el planeta. Pero eso no es todo.
El presidente Trump también ha estado al frente de un sinfín de teorías de la conspiración y de noticias falsas sobre el tratamiento y peligrosidad de la COVID-19. En abril, sugirió inyectarse Lysol como una forma de eliminar la infección entre los casos de enfermedad, algo que luego dijo fue solo “sarcasmo”. Un estudio de la Cornell University, tomado por el Informador, incluso lo clasificó como el “principal impulsor de fake news” de todo el mundo en la actual pandemia.
Comparado con el país donde comenzó la pandemia, China, Time apunta que la respuesta de Trump y el resto de su administración es 100 veces peor. Eso contribuye a que, de acuerdo con Five Thirty Eight, más del 56 por ciento de la población en EEUU desapruebe la estrategia del presidente para combatir la COVID-19. Esto no ha impedido que el ex-magnate continúe desafiando a la crisis, con reuniones masivas en interiores y rehusándose a usar cubrebocas.