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Subway confirmó el cierre de 1.108 restaurantes, un récord para el proceso de recorte que lleva adelante desde 2016.
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Planea seguir cerrando y reubicando locales mientras analiza cómo volver a atraer clientes.
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Los hábitos de consumo cambiaron y los restaurantes de comida rápida deben adaptarse.
Subway lucha por permanecer en el primer plano de los restaurantes de comida rápida, pero, por ahora, no parece encontrar resultados positivos.
Los nuevos consumidores, cada vez más interesados por la salud y la responsabilidad alimenticia, no ven en la cadena más grande del mundo en su tipo un destino atractivo. Al menos, no en la misma medida en que lo hacían las generaciones previas.
Esto tiene una consecuencia directa: menos clientes, menos ingresos, menos ganancias, menos personal, cierre de puntos de venta. Es una cadena.
En efecto, Subway cerró más de 1.000 restaurantes en los Estados Unidos el año pasado, muchos más de lo que originalmente planeó, publicó CNN.
Los datos son los cierres netos de la empresa, incluyendo las nuevas tiendas que Subway abrió en 2018, “lo que significa que la cantidad de restaurantes cerrados es incluso mayor”, agregó el medio.
Los cierres de restaurantes de la marca fueron “más del doble de la cantidad prevista en 2018, reveló la compañía en una presentación ante entes reguladores”, reportó el New York Post.
“En la declaración financiera anual entregada en Wisconsin el pasado lunes dice que se cerraron 1.108 restaurantes a nivel nacional [en Estados Unidos] en 2018”, agregó el medio neoyorquino.
A comienzos del año pasado, Subway había pronosticado que como parte de su estrategia de mercadotecnia cerraría “cerca de 500”.
Los 1.108 clausurados es una cifra superior al récord anterior: 866 cierres netos en 2017 y a los 357 en los que bajó la persiana en 2016. Ahora, Subway tiene 24.798 ubicaciones en los Estados Unidos, frente a 27.129 que tenía a fines de 2016.
Fue precisamente en 2016 cuando la marca comenzó la purga de restaurantes con mayor fuerza. Ese año tuvo más cierres que apertura en los Estados Unidos por primera vez en su historia.
Y lo peor para los fans de Subway: planea seguir cerrando restaurantes mientras trata de ser más rentable. “Nuestros objetivos principales son lograr más clientes y aumentar las ganancias de los propietarios de las franquicias. Todo lo que hacemos tiene que lograr estos objetivos”, dijo Subway oficialmente en un comunicado.
Asimismo, Subway está en un proceso de remodelar o reubicar muchas de las tiendas que planea mantener abiertas.
En problemas
Al igual que sus rivales de comida rápida, Subway está rediseñando sus tiendas para adaptarse al futuro (o al presente, hay que decir).
En 2017, anunció planes para lanzar puntos de venta más pequeños basados en pedidos automáticos sin pasar por un empleado y con opciones de pago a través de móviles, asientos más cómodos y puertos de carga USB. La idea era también poner énfasis en los productos frescos.
Subway tiene cerca de 42.000 tiendas en todo el mundo. Eso es un 17% más que McDonald’s, su competidor más cercano.
Otras marcas como Starbucks, Burger King e incluso McDonald’s han rediseñado y agregado servicios (McDonald’s compró una startup de tecnología para ayudar a mejorar los pedidos móviles).
Chipotle también está rediseñando las tiendas y sus menús; lo mismo que Panera, que presentó un rebranding de sus opciones de desayuno.