La Aduana argentina, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y una entidad crediticia (el Banco Ciudad) organizarán en este país una subasta inédita de productos que en su mayoría son de alta gama o de lujo.
“Esta mercadería, explicaron oficialmente, forma parte de sobrantes que no fueron retirados de los depósitos locales de la Aduana por importadores que incumplieron los pasos administrativos correspondientes”, publicó La Voz.
La subasta será el próximo 14 de junio en la ciudad de Córdoba (al centro del país) e incluye desde un Audi TT (2002, sin uso), hasta teléfonos de alta gama (80 iPhone 5 y 6 sin estrenar), motos (dos marca Honda), productos de electrónica, alhajas, relojes (hay tres Rolex) y hasta lingotes de oro.
Y hay más, dentro de los productos de electrónica se destaca una amplia variedad de iPads, mini-iPads y notebooks de la marca Apple.
Llama la atención y despierta el interés de los potenciales compradores el bajo precio de base de la mayoría de los productos. “Por ejemplo, un iPhone tendrá un precio de base sin impuestos de 1.647 pesos (100 dólares). Luego, por la lógica propia de los remates, ese precio se incrementará hasta el valor final que dependerá de los montos que oferten los interesados en adquirirlo”, apunta el medio argentino.
Otro ejemplo: una notebook Apple Macbook que en el mercado tiene un costo de 35 mil pesos argentinos, será subastada desde un piso de 4 mil. Y una tablet Samsung Galaxy arranca con un valor de 924 pesos (menos de 60 dólares).
Entrada complicada
En la última década, el gobierno anterior planteó una serie de trabas al ingreso de productos importados, con la idea de fortalecer la industria nacional. Es por esto que numerosos productos quedaron “varados” en las aduanas. Se trata de artículos cuyos compradores no tenían sus papeles en regla y, se especula, por eso nunca los buscaron.
Con el tiempo, acumularon tanta deuda por la retención de los productos en las depósitos, que resultaba más costoso pagar el retiro que el valor que pagaron.
Ahora, con la llegada de Maurcio Macri al gobierno, el ingreso se flexibilizó. Las mayores detractores dicen que ha sido demasiado, lo que está perjudicando a la industria nacional, que no puede competir en precio con algunos productos hechos en el exterior, donde la mano de obra es, en muchos casos, significativamente más barata.