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El streaming juega un rol clave en la actualidad y la forma de comunicar de estas plataformas involucra cada vez más mejores juegos de interacción a través de historias.
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El negocio de los contenidos es fundamental hoy en día y determina tareas que se han sumado en la integración con el consumidor.
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Los contenidos en streaming se han determinado cada vez más como un canal acertado de comunicación con el consumidor.
Una proyección de Nielsen IBOPE y Statista estimates descubrió cuáles eran las principales plataformas de streaming en México y Netflix encabezó la medición realizada en 2020 con un 89 por ciento de demanda entre el total de personas que consumen este formato de contenidos. La segunda plataforma enlistada fue Youtube con un 82 por ciento y Amazon Prime en un tercer lugar con 45 por ciento.
La lista de plataformas favoritas es un importante indicador del poder que tiene este medio de comunicación y cómo se ha formado un perfil de audiencias de audiencias que demanda un producto de este tipo.
Este crecimiento se ha podido atestiguar cada vez más con actividades que no decepcionan, por el contrario, estamos siendo testigos de cambios cruciales en el mercado, que nos ayudan a dimensionar qué es acertado hoy en día ante el consumidor.
En Netflix and Streaming Video: The Business of Subscriber-Funded Video on Demand, Amanda D Lotz, autor de esta obra, nos guía en entender este negocio donde se han definido actividades cruciales como las implicaciones que contenido en este formato ha consolidado y las nuevas dinámicas tecnológicas y económicas que se han definido.
Frente a este escenario de cómo grandes plataformas de streaming se han convertido en una poderosa industria, es crucial identificar los elementos que están jugando en definir al mercado y no solo eso, en establecer tareas que al día de hoy sirven para innovar en la forma como se comunica con el consumidor.
Con esto queda patente un recurso muy importante y es la capacidad de interactuar que tienen los nuevos medios y el poder que concentran, tal como lo demostró la última declaración de Netflix, al aceptar que la competencia que ha crecido con ferocidad en su entorno ya representa un problema.
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