Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eidhoven, en Holanda, crearon el primer vehículo familiar impulsado con energía solar. Denominado Stella, el carro da cabida a cuatro pasajeros y tiene la capacidad de recorrer hasta 600 kilómetros de distancia gracias a los paneles solares que tiene montados en el techo.
Fabricado con base en fibras de carbono y aluminio, el modelo incorpora otros elementos de vanguardia, como su panel de control con pantalla touchscreen y un volante de respuesta que se expande o contrae de acuerdo a la velocidad.
Las células solares de Stella generan más electricidad en promedio de la que utiliza el coche y eso significa que el excedente de electricidad puede ser devuelto a la red eléctrica, con lo que el coche trabaja con energía positiva.