Todo emprendedor tiene un sueño: revolucionar el mundo mediante una idea ganadora.  Para ello se lanzan a la conquista del mundo mediante ideas que tienen el objetivo no solo de hacerles ganar dinero, sino de ayudar a las personas a resolver sus principales necesidades (salud, dinero, entretenimiento, educación…). Pero ninguna idea puede salir a flote sin antes estar seguro de que es funcional y tiene los atributos necesarios para competir en el mercado. Si ya estás decidido a montar una startup, debes hacerte ciertas preguntas para saber si estás listo para que el proyecto funcione. Son muchos los detalles que debes tomar en cuenta y te damos una guía para ello.

¿Tengo experiencia en el sector?

Tal vez sea la primera pregunta que tienes que responderte. Lo ideal es que no seas un debutante en el mercado en el que quieres incursionar, sino que te respalde una experiencia de algunos años. Conocer el sector, el tipo de cliente y el producto, te permitirá llegar con una idea mucho más clara de tus objetivos. Si no tienes demasiada experiencia, consulta con personas que te puedan guiar en cuanto a lo que quieres hacer.

¿Estoy dispuesto a sacrificar tiempo, dinero y libertad por los siguientes cinco años?

Ser emprendedor y ponerte al frente de una startup te exigirá un esfuerzo tremendo durante los primeros años. Los resultados no será inmediatos y deberás tener mucha paciencia, así como una alta tolerancia a la frustración. Tendrás que sacrificar gran parte de tu tiempo, de tu dinero y tu libertad antes de comenzar a ver los primeros resultados. Pero si crees en lo que haces, los resultados serán positivos y podrás vivir de lo que realmente te gusta.

¿Mi idea es realmente viable en el mundo actual?

Si vas a emprender entonces tienes que asegurarte de que tu idea tiene cabida no solo en la industria sino en el mundo real. Es decir, que sea una idea útil. Se trata de resolver necesidades y de llegar a clientes con un perfil muy definido. Analiza todas las características de tu producto. Lo tienes que conocer tan bien como a ti mismo. Una vez hecho lo anterior, si crees que de verdad tu marca tiene todas las cualidades para llegar al mundo y resolver necesidades, entones estarás listo para poner en marcha tu idea.

¿Mi idea tiene la capacidad de evolucionar y ser vigente en diez años?

Montar un negocio, crear un producto o desarrollar un servicio tiene que ser con la idea de que dure mucho tiempo y de que puedas vivir de ello. Analiza si tu startup tiene la capacidad no solo de competir en la actualidad sino dentro de 10 o 15 años, es decir, que se trate de un producto con la capacidad de evolucionar y sobrevivir en el mercado tan competitivo que existe allá afuera.

¿Tengo la capacidad de competir en el mercado actual?

Toma en cuenta que es muy probable que tu producto sea igual al de cientos o miles que ya existen. En ese sentido, debes estar seguro de que lo que tienes entre manos tenga la capacidad de llegar y poder abrirse paso en el mercado de manera exitosa. Además de ello debes estar seguro de contar con el capital adecuado para desarrollar tu idea, así como con los recursos tecnológicos y el capital humano para apoyarte.

¿Cómo es el cliente al que quiero llegar?

Es fundamental que tengas una idea muy clara acerca del tipo de consumidor que va a adquirir tu servicio o producto. Define un perfil del mismo tomando en cuenta todos los aspectos: ¿por qué compraría el producto? ¿Qué le gusta? ¿Cómo piensa? ¿Qué ideales tiene? Así como conoces tu producto al derecho y al revés, también debes conocer a tu cliente a la perfección e intentar anticiparte a él. Hacerlo será la base, en gran medida, de tu éxito como emprendedor.

¿Contra quien voy a competir?

Por último, pero no por ello menos importante, también debes conocer a tus competidores. Es uno de los pasos fundamentales para saber el qué, cómo, cuándo y por qué de tu startup. Debes saber las fortalezas y debilidades de las marcas que ya hacen lo mismo que tú y el cómo te vas a diferenciar de ellas para que el público te reconozca. Así como debes dar seguimiento a tu marca también debes hacer lo mismo con las marcas contra las que vas a competir: sigue sus pasos, monitorea lo que están haciendo. 

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