No sé a ti estimado lector, pero a mi me encantan los resumes, los anuarios, los cierres de año. Desde hace varios años compro todos los anuarios de deportes, de mercadotecnia, de política, nacional, de todos, me gusta recordar, volver a vivir los gratos momentos y recordar también lo no tan grato pero que al final del día ha sido parte de mi vida, como influyó si es que lo hizo, recordar mi punto de vista o tratar de relacionar que estaba pasando conmigo cuando algún suceso cambió el país o el mundo.
Pues si tú eres uno de esos, te dejo lo más relevante en torno al Sports Marketing 3.0, la fusión del Marketing + Deporte + Responsabilidad Social, en una de esas relacionas cuando regresaste con tu novia con el encarcelamiento de Pistorius, o una jarra monumental con la mordida de Luis Suárez, o la vez que algún conocido tuyo entro al Torito con las acusaciones a los jugadores de la NFL.
Tantas noticias referentes a nuestro tema han pasado en el deporte mundial, ahí te van algunas:
Arrancamos con el Super Bowl y como Peyton Manning, que aunque perdió el gran partido, logró recaudar de forma “inconsciente” mas de $24,000 USD por haber gritado la palabra OMAHA en dicho partido, ya que la cámara de comercio de esa ciudad así lo decidió.
O la famosísima “Ice Bucket Challenge” que recaudó millones de dólares teniendo una campaña viral de alcance global, claro, agradeciendo en gran medida a todos los deportistas que subieron sus imágenes recibiendo la cubetada de agua helada, seguro te acuerdas de esas!!
En el Fut, tuvimos muchísimos aprendizajes; uno de los más relevantes el regaño que nos hizo la FIFA cada vez que gritábamos el PUUUUUUUTO –que tanto nos enorgullece- en los partidos del Mundial, y ya entrados en ese Gran evento recordarás la broma que nos hizo KLM a través de Twitter, mandándonos a nuestra casa, con la convenida indignación del primer actor (sic) Gael Bernal y su rauda de seguidores; o que tal la porra de Japón que al término de sus partidos limpiaban el desmadre que habían hecho previamente.
La cantidad de balones que Voit lanzó al mercado con el objeto de acercarse al mundo sustentable, de ayudar a muchas organizaciones, el Chícharo y su contratación en el Madrid; el racismo que se hizo presente en los estadios de nuestro país donde los sub normales le gritaban con sonidos de mono a los jugadores negros, las barras en el fut mexicano, que le rompieron la cara a decenas de policías en Guadalajara, que poco a poco se ponen más agresivas y cada vez toman más poder en este terreno –y que además me amenazaron en un par de columnas que escribí al respecto-.
En otros deportes, no podemos olvidar el escándalo de la NFL, donde a los jugadores les parece normal arrastrar a sus novias, o golpear hasta dejar marcas a sus hijos, o porque no matar a un cuñado, pues si, esto también pasó en la Mejor Liga del mundo, o Michael Sam, el 1er jugador abiertamente homosexual, que al final del día solo se hizo famoso por ello, ya que debido a sus bajas calificaciones y capacidades atléticas se quedó fuera de la Liga, sin que nadie lo contratara.
En el básquet nacional, maravillosa la forma en la que tratamos y corrimos al entrenador de la Selección, mismo que nos llevó a un Mundial por primera vez en más de 40 años, seguramente no aceptó los cochupos de los dirigentes y por ende, le dieron cuello. En la NBA la grata noticia de Jason Collins, jugador homosexual que batalló para tener equipo, lo obtuvo –Nets de Brooklyn- y logró tener su camiseta como la más vendida en EU.
Como olvidar al burro de Oscar Pistorius, que decidió matar a su novia a tiros en el baño de su casa, fue enjuiciado y llevado a la cárcel, perdiendo, obviamente el apoyo de todos sus patrocinadores.
Y por último, recuerdo los Juegos Olímpicos en Sochi, donde Vladimir Putin, previo a ellos, prohibió todo tipo de publicidad homosexual, en una abierta manifestación discriminatoria.
¿Verdad que recordar es volver a vivir y sentir lo que nos pasaba en esos momentos? Espero hayas gozado tanto como yo al hacer este recuento.
¡Hasta la próxima semana!