2018 cerró con la agradable y muy exitosa sorpresa de “Spider-Man: un nuevo universo” en los cines.
Se trata del primer filme animado del superhéroe arácnido que llega a las salas mundiales y cuarta incursión del personaje en la pantalla grande, misma que sucede cuando la tercera encarnación en live action, a cargo de Tom Holland (tras las de Tobby Maguire y Andrew Garfield), ya como parte del Universo Marvel, sigue activa.
Es más, el segundo filme de “spidey” (en su tercera intervención) está por llegar en julio de este año. Entonces, ¿por qué lanzar otro filme con el personaje?
“Spider-Man: un nuevo universo” está diseñada para promover todas las otras encarnaciones del personaje; es una invitación a conocerlas.
El filme se concentra en Miles Morales, una de las versiones más populares del héroe y aún no explotada en live action, donde todo se ha enfocado en la versión más conocida: Peter Parker.
La historia es otra más de “origen” pero con un twist particularmente creativo: la inclusión de otras versiones del personaje.
Resulta que, en la película, por una artimaña del villano, se abre un portal a otras dimensiones que acaba trayendo a Spider-Woman (Gwen Stacy), Peter B. Parker, Spider-Man Noir, Spider-Ham y Peni Parker, quienes con Morales tendrán que desactivar la máquina para salvar al mundo y volver a sus respectivas dimensiones.
El recurso integra dichas versiones a la trama, justificando su existencia e introduciéndolas a un público mayor.
En el arte a cualquier producto cultural (cine, pintura, canción, novela, entre otros) se le denomina, en aras de su estudio, como texto y cuando un texto aparece en otro de alguna manera, se le conoce como un recurso intertextual.
Existen diversos tipos de intertextualidad y objetivos por los cuáles utilizarlo, pero para fines de este artículo, el recurso permite abrirle nuevos horizontes al público o bien brindarle guiños a otros textos, creando una especie de juego con el espectador. Y, en ese sentido, el filme es una invitación a conocer a las otras encarnaciones de “El hombre araña”, principalmente a través de los cómics.
Sin embargo, la intertextualidad es utilizada aún más por el filme. “Spider-Man: un nuevo universo” es por completo consciente de ello y dialoga en ese sentido con el espectador, refiriéndolo desde un inicio y emulando a escenas clave de los filmes previos (desde el beso de cabeza en “El hombre araña” de 2002 hasta el juego de “manos de pistola” en “El hombre araña 3” de 2007, pasando por la secuencia donde para un tren en “El hombre araña 2” de 2004, por citar algunas).
Entonces, el espectador fanático se regocija al encontrar dichas claves, el despistado se interesa en revivirlas y el neófito en descubrirlas. Es una buena estrategia de Sony para brindarle un nuevo “aire” e invitar a la recompra.
Y Sony no es el único en hacerlo. Tan sólo en cartelera están “Aquaman”, “El regreso de Mary Poppins” y “Bumblebee” todas las cuales hacen referencias a otros filmes, comics, series de televisión y canciones. Ya en su momento “Crepúsculo” despertó interés por parte de los jóvenes en “Cumbres borrascosas” de Emily Brönte, toda vez que Bella Swan, la protagonista leía la novela.
Está por estrenarse el 18 de enero “Glass”, el cierre de una trilogía iniciada en 2000 por M. Night Shyamalan con “El protegido” y para la cual “Fragmentado” de 2016 sirvió como eslabón.
¿Cuál es la mejor manera de entender el nuevo filme? Viendo los anteriores. Entonces, la intextualidad sirve como en recurso de interés intelectual y como una estrategia para la compra o recompra, reviviendo viejas oportunidad y aprovechando los puentes que se tejen, al mejor estilo de las telarañas.