SpaceX señaló este lunes haber identificado las causas de la explosión que destruyó un cohete con un satélite en septiembre en Estados Unidos y anunció que está lista para retomar los lanzamientos.
Un cohete no tripulado de SpaceX, un Falcon 9, explotó el 1 de septiembre en Cabo Cañaveral, este de Florida, destruyendo un satélite que Facebook planeaba usar para transmitir internet de alta velocidad a África.
El incidente marcó un revés para la firma espacial privada con sede en California y para su fundador, Elon Musk, quien quiere revolucionar la industria del lanzamiento con la reutilización de los componentes de los cohetes.
SpaceX señaló que el problema fue en un recipiente a presión, en el tanque de oxígeno líquido, en la segunda etapa del cohete. La firma indicó que en el futuro rediseñarán esos recipientes.
La empresa anunció que tiene previsto lanzar 10 satélites de comunicaciones Iridium NEXT desde una base en California el próximo 8 de enero.
Antes, la Administración Federal de Aviación debe aprobar las conclusiones de la investigación sobre la falla de septiembre.
El accidente, el segundo de su tipo desde que se fundó SpaceX en 2002, se produjo poco más de un año después de que un cohete Falcon 9 fracasara tras el despegue el 28 de junio de 2015, destruyendo una cápsula de carga Dragon que se enviaría a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Antes de eso, SpaceX había registrado 18 lanzamientos exitosos del Falcon 9, incluyendo seis de 12 misiones de suministro planificadas a la ISS como parte de un contrato de mil 600 millones de dólares con la NASA.
La empresa realizó otros ocho lanzamientos exitosos desde junio de 2015, incluyendo uno en agosto de 2016, cuando un Falcon 9 puso en órbita un satélite de comunicaciones japonés y luego aterrizó intacto en un buque flotante.
Antes de eso, la empresa perdió varios cohetes cuando intentó aterrizar en posición vertical sobre una plataforma oceánica tras un vuelo, una parte crucial de su estrategia de naves espaciales reutilizables.