Dentro de un sueño muy “Back to the Future”, me subo al DeLorean del Doc Brown y regreso en el tiempo 50 años, a muy poco de que llegue una de las fechas que esperaba con mucha ilusión cuando era pequeño. El Día del Niño.
Vuelvo a la emoción de no saber lo que me iban a regalar. Además de que tenía muy claro que luego podía ir a presumir mis juguetes al patio de la escuela, donde también nos celebraban.
¡Que gusto volver a vivir ese momento!
Importante celebración para muchas marcas, que ven un pico alto en las ventas de sus productos, aunque el gasto puede variar año tras año y depende de diversos factores, como la situación económica del país, las tendencias de consumo y las preferencias individuales de las familias.
Según estimaciones de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) y datos de años anteriores, se estima que el gasto promedio por familia para el Día del Niño oscila entre los 500 y 1,500 pesos, aunque este número puede ser más alto en algunos casos.
Los principales productos y servicios en los que se dirige este gasto suelen ser:
- Juguetes.
- Ropa y calzado. (No sean malos, no les den ropa a los niños para ese día…)
- Tecnología.
- Entretenimiento.
- Dulces y golosinas.
Todos estos sectores tienen grandes ventas para darle gusto a los niños ese día. Pero hay uno en especial que no depende solamente de esa fecha (o de otras muy puntuales como la Navidad o Día de Reyes): el mercado juguetero.
Un mercado que no solamente satisface a los niños, sino también a otro segmento importante: a los Kidults
El término Kidult surge de la fusión de “kid” (niño) y “adult” (adulto), describiendo a aquellos que, a pesar de su edad, conservan rasgos de su niñez. Esta tendencia se aprovecha especialmente debido al poder adquisitivo propio de estos consumidores. Exhiben patrones de consumo similares a los de los niños y demuestran un deseo de mantener viva su faceta infantil en la edad adulta. A diferencia de los niños, estos adultos tienen mayor capacidad de compra y libertad, lo que los convierte en un objetivo clave para el sector juguetero.
Los Kidults, que mantienen un fuerte apego a la cultura pop, están ejerciendo una influencia significativa y presentan oportunidades únicas para los mercadólogos que saben cómo aprovechar esta tendencia.
Desde figuras de acción hasta películas y series animadas, los Kidults son consumidores ávidos de productos que evocan nostalgia y les permiten revivir recuerdos de su infancia. Este segmento ha crecido en los últimos años, alimentado por una generación que valora la diversión y el escapismo en un mundo cada vez más estresante y complejo.
La influencia de los Kidults se hace evidente en el mercado juguetero, donde han contribuido al resurgimiento de marcas icónicas y al lanzamiento de productos dirigidos específicamente a este público. Desde versiones actualizadas de juguetes clásicos hasta colecciones temáticas basadas en franquicias populares, los fabricantes están capitalizando el interés de los Kidults en productos que despiertan su nostalgia y satisfacen su deseo de conexión emocional.
El mercado de productos Kidult ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Según informes de la industria, se estima que las ventas de productos Kidult han sido considerablemente altas, especialmente en mercados como Estados Unidos, Europa y Asia.
Según datos de Euromonitor, en 2022 la industria de juguetes en México alcanzó un valor de 4,172 millones de dólares, proyectándose un aumento a 7,732 millones de dólares para 2027. Este crecimiento podría significar que el segmento Kidult contribuya con hasta 417 millones de dólares al valor total de la industria.
En mercados como el europeo, los Kidults representaron un 28 por ciento de las ventas totales de juguetes. Desde 2019, los juguetes para niños han experimentado un retroceso de hasta 215 millones de dólares, mientras que los Kidults han aportado hasta un billón de dólares.
Para los mercadólogos, la tendencia de los Kidults presenta una oportunidad única para conectar con un público diverso y comprometido. Es importante reconocer que los Kidults no son simplemente adultos que compran productos para niños; son consumidores exigentes que buscan productos de alta calidad, experiencias auténticas y un sentido de comunidad, por lo que se debe adoptar un enfoque creativo y auténtico al dirigirse a este segmento de mercado, evitando estereotipos simplistas y abordajes superficiales.
Ahí queda la recomendación. Yo, por lo pronto, regreso al presente, me bajo del DeLorean y empiezo a ahorrar para el próximo Funko de Aquaman que ya le eché un ojito.
Hola, soy Arturo y soy un Kidult.
