La “guerra comercial” entre Estados Unidos y China que impacta en los números de Huawei golpea colateralmente al gigante japonés Sony y a su negocio de chips de sensores de imagen para celulares.

Así es, el enfrentamiento que comenzó en 2018 y que aún no termina entre las dos mayores potencias comerciales del mundo cambió radicalmente la estructura del mercado de teléfonos inteligentes.

Huawei fue uno de los perdedores, debido a que la pelea le cerró mercados en los que esperaba fortalecer sus ventas.

Esto impactó en el crecimiento del negocio de semiconductores de Sony Group, que ya no goza de la aceleración que había alcanzado hasta 2018, debido a que buena parte de las ventas de la japonesa, especialmente de sensores de imagen para teléfonos inteligentes de alta gama, tenían a Huawei Technologies como destinatarias.

Aunque Sony compensa la caída en el volumen con pedidos de otros fabricantes chinos de teléfonos inteligentes, las ganancias sí se vieron impactadas.

En este nuevo escenario, Sony espera que la recuperación de sus dividendos se retrase hasta mediados de 2023. Más de un año después de lo previsto.

El ganador de todo esto es un rival de Sony, la coreana Samsung Electronics, que es fuerte en la fabricación de sensores para teléfonos inteligentes de gama media, los que sí se están vendiendo en línea con lo esperado.

Según consta en el informe de los últimos resultados contables de Sony, para el año fiscal 2021, el sector de los semiconductores del grupo espera que su beneficio operativo caiga por segundo año consecutivo, hasta apenas por encima de 1.200 millones de dólares.

Huawei y sus problemas

El impacto en las ventas de Huawei es indisimulable para la marca china, que tuvo una participación de mercado global de apenas el 4 por ciento en el período de enero a marzo de 2021.

Los datos de IDC muestran que las prohibiciones impulsadas por el gobierno de Estados Unidos dieron buenos resultados, ya que la compañía china vio caer su participación de mercado en nada menos que 14 puntos porcentuales en relación con el mismo periodo de 2020, cuando estaba en el segundo puesto, detrás de Samsung.

Todo lo que perdió Huawei lo ganó, además de la firma coreana, la estadounidense Apple y los otros fabricantes chinos, en especial Xiaomi, Oppo y Vivo, que expandieron su presencia en el market share mundial.

Sony, en tanto, domina la mitad del mercado mundial de sensores de imagen entre los celulares de alta gama.

A este avance lo logró gracias a la creciente demanda de cámaras para teléfonos inteligentes de alta definición y, a la vez, a la tendencia de usar dos o más cámaras en cada aparato.

Al mismo tiempo que cayeron las ventas de Huawei y la demanda de sensores de gama alta se debilitaron, crecieron los envíos por parte de Sony a los otros tres fabricantes chinos de teléfonos inteligentes, pero estos apuntan principalmente a teléfonos de gama media y baja.

Si bien también necesitan los sensores de Sony, los precios (y las ganancias) para la compañía japonesa no son los mismos.

El gran jugador del mercado de teléfonos, Samsung, no es cliente de Sony; y ese es un problema para la japonesa. La compañía coreana, que manufactura unos 300 millones de teléfonos inteligentes al año, fabrica sus propios sensores de imagen.

En el mercado mundial de sensores de imagen, Samsung tiene una participación del 21 por ciento, está por detrás de Sony, que tiene el 49 por ciento.