Mientras que en otras latitudes, diversos gobiernos realizan esfuerzos para reducir la brecha de género, en México este campo aún necesita trabajarse.
De acuerdo con la publicación “Géneros asimétricos. Representaciones y percepciones del imaginario colectivo. Encuesta Nacional de Género”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se afirmó que el 52 por ciento de los entrevistados estuvo de acuerdo con la frase “sí una mujer estudia se vuelve más rebelde”.
Asimismo, se indicó que el 23 por ciento de las personas consultadas señaló que las mexicanas todavía piden permiso para trabajar; al tiempo que 49.7 por ciento para salir solas, y cerca del 50 por ciento para salir de noche.
En lo referente al segmento “Relaciones y violencia” el 88.1 por ciento considera que este apartado es parte de la vida familiar; a su vez, el 30 por ciento apuntó que los golpes a los menores de edad sirven para corregirlos; mientras que el 6.4 por ciento piensa que pegarle a una mujer se justifica cuando ella también golpea y 4.7 por ciento cree correcto hacerlo cuando es necesario corregirla.
A pesar de que el género masculino se involucra cada vez más en labores domésticas, estos se comprometen en trabajos que implican menor tiempo y esfuerzo, sacar la basura lidera las actividades con 41.9 por ciento, tender camas con 41.2 por ciento, atención a las mascotas con 36.6 por ciento y reparaciones con 19.5 por ciento.
El informe estuvo a cargo de Patricia Galeana, académica de la Facultad de Filosofía y Letras, además de Patricia Vargas, de la Universidad de Guadalajara, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios, mostró los resultados de la encuesta aplicada en diversos estados del país.
Algo que resulta alarmante ya que en el territorio nacional el machismo sigue siendo una tendencia y un hábito de vida, el cual, pasa por una cuestión cultural debido a que son las madres de familia quienes forman a los machos mexicanos, según declaraciones de Patricia Galeana retomadas por El Financiero.
Quien, según el medio, también hizo hincapié en otras cifras que no se muestran en el estudio, pero que están relacionadas con él, son aquellas que indican que en la Ciudad de México siete de cada 10 violaciones a mujeres ocurren al interior de la familia, en el que el 90 por ciento de los casos la madre lo sabía y lo permitió por intimidación o amenaza.