7, 6, 5, 4, 3…
… la cuenta regresiva para la entrega número noventa y dos del Oscar está en curso y con ella las apuestas sobre quiénes serán los ganadores. Hay categorías bastante definidas, otras, como mejor película, aún inciertas y, claro, siempre está la cuestión de cuál será la sorpresa de la noche. Más allá de ello, que será revelado en menos de una semana, parte de lo relevante de esta entrega está en lo que revela del panorama de la industria en la actualidad.
A diferencia de lo que sucedía hace algunos años, la presencia del cine independiente podría decirse que es prácticamente nula, quizás con la salvedad de “Parásitos”, que podría considerarse en dicha categoría y que es el filme de menor presupuesto en la categoría principal con 11 millones de dólares, cantidad muy superior cuando se contrasta con “Moonlight”, ganadora en 2016, que costó 1.5 millones de dólares. Este factor no es peccata minuta pues refleja una tendencia en la industria que parecería indicar o al menos sugerir un menor apoyo a proyectos inusuales o riesgosos como en su momento lo fueran los primeros proyectos de directores que hoy se manejan en las grandes ligas (de Christopher Nolan a Quentin Tarantino) y lo cual se ve reforzado por las tendencias en taquilla donde el top ten lo ocupan secuelas, remakes, versiones en live action o spin-offs, con la excepción de otra nominada “Joker”.
El espacio para proyectos riesgosos, parece ser, al momento Netflix, una plataforma/estudio que este año cuenta con el mayor número de nominaciones (24) y que parecería ocupar el lugar que en su momento tuviera Miramax. Netflix colocó este año en la carrera principal a “El irlandés”, “Historia de un matrimonio”, “Los dos papas” y “Dolemite”. Si bien únicamente las dos primeras están consideradas como Mejor Película, lo revelador está en su contundente presencia, por un lado, y por el otro, en los proyectos que colocó. “El irlandés” de Martin Scorsese es el filme de mayor presupuesto entre las nominadas con 159 millones y una taquilla sin definir, toda vez que su corrida en salas fue limitada. También es la película más larga con una duración de 3 horas con 29 minutos. Lo anterior, difícilmente habría hecho posible que un estudio apoyara tal proyecto. Por otra parte, está “Historia de matrimonio”, un drama que por muchos fue considerado como incómodo al profundizar en los aspectos dolorosos del matrimonio al centrarse en el proceso de divorcio. La cinta cuenta con Scarlett Johansson y Adam Driver en los roles principales, dos figuras de renombre, aunque quizás sólo lo primera podría ser considerada ya como una estrella. Su presupuesto fue más moderado (18 millones de dólares), pero bastante elevado para un filme cuya tono y tratamiento fácilmente podría considerarse como independiente. Luego está “Perdí mi cuerpo”, cinta nominada como Mejor Película Animada, que es por demás una obra inusual para sus características al contar la historia de una mano que busca su cuerpo.
Fuera de Netflix, Disney es el estudio que sigue en nominaciones con 22 y luego Sony con 20. El caso de Disney es de esperarse en tanto es el filme con mayor presencia en taquilla. Tiene dos películas en la terna principal, “Jojo Rabbit” y “Contra lo imposible”, la segunda gracias a su adquisición de 20th Century Fox. Esto parecería dejar claro, al menos de momento, cuáles son los intereses de Disney y éstos están enfocados en el entretenimiento redituable, franquicias y universos. Universal y Warner Bros, tienen 12, once de ellas gracias a “Joker”.
El caso de “Joker” también es relevante pues es un rompimiento con el modelo comercial de los filmes basados en comics, llevando todavía más allá lo planteado con “Logan”, nominada en 2018 por su guion. Qué tan fuerte sería su presencia era una gran incógnita pues la cinta fue muy controversial por su planteamiento de un antihéroe y su exploración del fanatismo, la violencia y la sociedad como generador de inestabilidad mental y social. Quizás la clave está, además de lo anterior, en la labor que hace Joaquien Phoenix, el favorito como Mejor Actor, y sin cuya presencial el filme no sería igual. Es un caso similar al de Renée Zellweger en “Judy”. Hablando de filmes poco convencionales, debe mencionarse “Jojo Rabbit” una sátira donde Hitler es el amigo imaginario de un niño que descubre que su madre oculta a una niña judía en su casa. Algunos lo han considerado “políticamente incorrecto”.
Entre las nominadas, como es usual, predomina el drama (6), hay un poco de comedia (2) y un filme “multigénero”, “Parásitos”. La mayoría de las cintas son de época y únicamente tres de ellas suceden en un contexto actual o contemporáneo. Hay tres que se basan en historias reales y una (“Había una vez… en Hollywood”) “medio real” pues recrea, pero modifica los hechos. Sólo hay una cinta que propiamente sucede durante la guerra (“1917) y otra que la refiere (“Jojo Rabbit”). A diferencia de lo sucedido cuando se denunció con el #OscarSoWhite que sí ocasionó un par de años después una mayor presencia de color y que incluso podría relacionarse con la victoria de “Moonlight”, este año solo Cynthia Erivo está considerada como Mejor Actriz, pero más allá de ello, lo interesante es que, a un año del #MeToo y las denuncias sobre poca presencia de mujeres en la industria, sólo “Mujercitas” es protagonizada por mujeres; “Historia de un matrimonio” es sobre una pareja y todas las demás tienen personajes centrales masculinos.
Así las cosas, parece que si bien hay cambios clave en los procesos de distribución y producción como lo indica la presencia de Netflix, parece que en otros sentidos Hollywood todavía tiene que trabajar o quizás, la cuestión está en preguntarnos si una mayor presencia de actores de otras regiones, de otras etnias o una mayor presencia femenina, será resultado de inclusión o del mérito. Es decir, un año perfectamente podrían estar nominadas, en la categoría a Mejor Director, pero ello realmente reflejará inclusión o será resultado de una evaluación justa. Es tema de mayor discusión… mientras tanto a observar qué impacto tienen las ganadoras y qué sucede el próximo año, confirmando lo que este año sugiere, mostrando nuevos paradigmas o volviendo a los clásicos.
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