En lo que va del año hemos sido testigos de como familiares de reconocidos delincuentes han registrado el nombre o apodo con la finalidad de obtener los derechos comerciales de la marca, a fin de generar ganancias u obtener beneficios de otros productos o contenidos.
El hermano del capo colombiano, Pablo Escobar, amenazó a la plataforma de video bajo demanda Netflix para que el pago por concepto de derechos del nombre del narcotraficante, correspondiente a mil millones de dólares fuera entregada, trascendió un reporte de The Hollywood Reporter; dicha cantidad se mantenía en litigio en un juzgado estadounidense.
Otro personaje al cual, la familia registró el nombre para fines comerciales fue “El Chapo”, el apodo de Joaquín Guzmán Loera, fue protegido ante la ley por la hija del criminal, Alejandrina Salazar Guzmán; de igual forma, se inició una demanda en contra de Netflix por el uso de su seudónimo para la realización de un contenido, además de que se utilizaron pasajes de la vida del mismo por lo que se acusa de daño moral.
Este martes, en un nuevo episodio de registro de marca, de acuerdo con información trascendida por El Heraldo de México, Diana Espinoza, presunta pareja de Rafael Caro Quintero, hizo el registro de propiedad de los derechos del nombre ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) con el objetivo de explotar la imagen del personaje en el país.
De tal modo que con este registro se aspira a ser una marca con derechos comerciales, que aparezca en medios de comunicación en el territorio nacional; según el medio, los pedidos para registrar el sello de Caro Quintero son para estar en servicios de entretenimiento, actividades deportivas y culturales, producción de programas de radio y televisión, así como programas de entretenimiento por televisión.
Mientras que la segunda se realizó con la finalidad de ofrecer la imagen del narcotraficante en papel y cartón, productos de imprenta, material de encuadernación; fotografías, artículos de papelería y oficina; al igual que en pegamentos de papelería o para uso doméstico; materiales para artistas, dibujo, instrucción y didáctico; además de publicaciones impresas y revistas.