La industria de la publicidad digital vive una revolución impulsada por la inteligencia artificial (IA), especialmente con el auge de la IA generativa (GenAI), que ha facilitado la creación de contenido automatizado a gran escala. Esta tecnología, si bien representa una oportunidad en términos de eficiencia y costos, también se ha convertido en un arma de doble filo. Uno de los fenómenos más alarmantes que han surgido de este entorno son los llamados “sitios slop”: páginas creadas con IA que simulan ser medios legítimos para atraer tráfico y monetizarse mediante publicidad programática.
Según el análisis de DoubleVerify, más del 54% de los líderes publicitarios consideran que la IA generativa está afectando negativamente la calidad de los medios. La proliferación de los “sitios slop”, agrupados bajo redes como Synthetic Echo, confirma esta preocupación. Estos portales recurren a estrategias como URLs engañosas (por ejemplo, espn2.com.uk o cbsnewz.com) y contenido plagiado para evadir filtros y aprovechar la percepción de confiabilidad en categorías como deportes o noticias.
Estos espacios no solo diluyen la efectividad de las campañas publicitarias, sino que también representan un riesgo reputacional para las marcas, al vincularse con sitios que ofrecen experiencias deficientes o que incluso podrían ser considerados fraudulentos. La magnitud del problema nos recuerda que, al igual que los estafadores financieros o los piratas informáticos, los defraudadores digitales siempre están un paso adelante, buscando explotar nuevas tecnologías para su beneficio.
Un caso similar se vivió en el mundo editorial, específicamente en Amazon. Durante los últimos años, su plataforma Kindle se vio inundada por libros generados con IA, muchos de ellos copias sin autorización o contenidos de bajísima calidad. Esto generó una crisis de confianza en la tienda y obligó a Amazon a implementar filtros más estrictos. Al igual que en la publicidad, la facilidad de uso de herramientas de GenAI abrió la puerta a la saturación de contenido sin supervisión, impactando negativamente tanto a los consumidores como a los autores legítimos.
Ante este panorama, las marcas deben tomar un rol proactivo. Las listas de exclusión ya no son suficientes, debido a la rapidez con la que aparecen nuevos dominios y tácticas. Es fundamental adoptar soluciones de tecnología avanzada, como la herramienta GenAI Avoidance de DoubleVerify, que puede detectar patrones de contenido generado por IA mediante el análisis de texto repetitivo, cookies clonadas y formatos de publicación sospechosos.
Pero más allá de las herramientas, se requiere un cambio cultural en el ecosistema digital. Anunciantes, plataformas tecnológicas y usuarios deben alinear esfuerzos para asegurar que los entornos donde se colocan los anuncios sean transparentes, legítimos y de alta calidad. De lo contrario, el entorno digital corre el riesgo de volverse cada vez más contaminado por actores que ven en la IA una forma rápida de obtener ingresos sin aportar valor real.
La lección es clara: el auge de los “sitios slop” no es solo una curiosidad tecnológica, sino una amenaza latente que exige vigilancia constante, inversión en seguridad de marca y un compromiso ético con la calidad del contenido. Solo así será posible construir un internet más confiable, donde la innovación y la responsabilidad vayan de la mano.