Por Alfredo Cervera
Con un paso en la evolución digital, los radiodifusores preparan sus armas para la nueva configuración del mercado.
Nueve de la mañana. Seis millones de personas en el Valle de México sintonizan su estación de radio favorita camino al trabajo o en la comodidad de su hogar. Ellos son parte de la audiencia cautiva de los anunciantes que invirtieron cinco mil 422 millones de pesos durante 2007 en este medio.
Contra las predicciones, la radio se mantiene como uno de los canales de información más importantes en nuestro país, sólo detrás de la televisión. Sin embargo, en el umbral de la era digital, con 87 años de edad, inicia su evolución para dar fin a estructuras que lo podrían mantener en desventaja contra sus competidores.
En esta tónica, las principales empresas en el medio se proponen tener las herramientas que los mantenga en la preferencia de sus escuchas. Esto al margen de la solución del congreso respecto del futuro tecnológico de las señales o la inversión política.