La misión parece ser estrenar.

El filme número 25 de James Bond, el agente 007, llega por fin a salas. La entrega representa la última aparición de Daniel Craig como el famoso agente y enfrenta una serie de retos luego de que su estreno se viera modificado de noviembre 2019 a abril 2020 y finalmente, por la pandemia, hasta el inicio de octubre 2021.

La pérdida de vigencia

Uno de los grandes problemas que “Sin tiempo para morir” ha tenido que enfrentar es la pérdida de vigencia de sus acuerdos de marketing anclados a product placement. Cuando se filmó, en 2019, se contaba con productos que era novedosos, que aún no salían al mercado y que utilizarían, entre otras estrategias, al filme para promoverse. Algunos de ellos quizás no se ven tan afectados por el cambio en la fecha de estreno (relojes Omega, el champagne Bollinger o el calzado Adidas), pero otros como Nokia sin duda ya están fuera de tiempo. Aunque el estudio ha sido discreto en torno a ello, se sabe que o se regrabaron algunas escenas o se requirió de edición para hacer los ajustes necesarios y de esa manera cumplir con los compromisos de marketing y conservarse a la vanguardia.

El legado de Bond

Luego de 15 años como James Bond, Daniel Craig se despide del personaje. El tráiler da a entender que Nomi, personaje interpretado por Lashana Lynch (María Rambeau en “Capitana Marvel”) heredará el legado del 007. La campaña de marketing ha sido discreta en ello para no restarle peso a Craig, pero también para evitar polemizar de más en el tema.

El tema de si James Bond es un nombre en código o un personaje ha estado en la mesa durante los últimos años por varias razones: los actores que lo han interpretado responden a un fenotipo muy específico y occidental, y está asociado con un hombre conquistador, con las implicaciones de género que ello representa. En la conversación ha estado, por ejemplo, el que Idris Elba pudiera ser el nuevo agente, aunque a estas alturas es muy probable que con sus 49 años ya sea “muy grande” (Daniel Craig tiene 53), lo que hace sentido cuando se considera que idealmente se requiere a un actor que pueda interpretar el rol por alrededor de una década.

Por el momento, parece ser que la solución está en que 007 es un código genérico, lo que puede explicar la existencia de Nomi y abrir posibilidades a expandir el universo como han hecho muchas otras propiedades. Entonces, James Bond, sí es un personaje de características especiales, pero ello no lo limitaría como se había pensado. Con Amazon Prime como dueño de un porcentaje de los derechos de James Bond todo indica que es cuestión de tiempo para ver secuelas, precuelas y/o series que se integren a la narrativa del espía.

Los costos de producción frente a los retos de distribución

Este es el reto mayor del filme. El presupuesto de “Sin tiempo para morir” es de alrededor de 300 millones de dólares lo que indica que sus expectativas de recaudación deben ser de el triple y las condiciones actuales difícilmente conseguirán esos resultados. “Rápidos y furiosos 9” es la cinta con mejor recaudación en lo que va del año con poco más de 700 millones de dólares, mientras que “Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos” es la que ha tenido un mejor debut y una taquilla más consistente (lleva 325 millones en tres semanas).

“Sin tiempo para morir” estrena en exclusiva en salas, lo que ha probado ser la mejor estrategia para evitar que se diluya como ya le pasó a “Black Widow” y a otros tantos títulos, entre ellos los de Warner Bros. en EE. UU. Sin embargo, a diferencia de “Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos”, “Sin tiempo para morir” tendrá menos tiempo sin títulos de ese nivel. La próxima semana llega “Venom: Carnage Liberado” y, aunque quizás con menor impacto, pero poco después vendrán “Halloween Kills”, “El último duelo” y “Duna”.

El reto para “Sin tiempo para morir” es grande. Habrá que ver si el tiempo es o será su aliado o su enemigo.