Por Camila González
Twitter: @camilaglz
Las cosas no son lo que son sino lo que significan para cada uno, es decir, su interpretación. Así, por ejemplo, los cánones estéticos tienen una representación social y mental en los imaginarios. Un ejemplo de esto es la depilación. Encontramos en Huellas de la Publicidad tres comerciales de productos para librarnos de los vellos del cuerpo, de tres décadas diferentes, y se deja ver entre el tejido de cada mensaje que depilarse es mucho más que tener las piernas tersas.
Con una onda difícilmente más ochentera, Nair (1988) expone sus beneficios clavando el lente de su cámara en las piernas descubiertas por las minifaldas, tomas que revelan sensación de libertad e intensidad de vivir. Las escenas sexys se interrumpen con las expositivas que explican con detalle el producto, técnica que en la década de 1980 resultaba clave. Sí, tengo la sensación de que en aquella época los creativos se aventaban menos a que su propuesta visual hablara de las bondades de la marca de esta crema para depilar sin decir una sólo palabra.
Anunciante: Nair Categoría: depiladores Año: 1988
De una década después, encuentro un anuncio de Braun (1998) que representa la importancia que tiene la suavidad de las piernas para vivir una escena verdaderamente romántica. Es como si estar libre de vellos fuera abono esencial para el erotismo. No es poca la relevancia que se otorga esta marca…
Anunciante: Braun Categoría: depiladores Año: 1998
Por su parte, el anuncio de Veet (2003) apunta más bien a la practicidad; sí, a la rapidez y eficiencia tan apetecida por estos días. También, claro, producto se asocia con la conquista, pero más desde un punto de vista de seguridad personal y de autonomía. Buen punto.
Anunciante: Veet Categoría: depiladores Año: 2003