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En el peor escenario, México tendría alrededor de 150 mil muertes por COVID-19 para finales de año
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Sin embargo, con medidas sanitarias más estrictas, esta cifra podría reducirse hasta 130 mil
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Las estimaciones del IHME pueden consultarse directamente en su página oficial
Tras más de medio año de cuarentena y aprendizaje, todo el mundo entiende mucho mejor a la COVID-19. Muchos países se sienten preparados para abrir poco a poco sus puertas y volver a sus actividades regulares. Pero esto no debe verse como una señal de que la pandemia ya llegó a su fin. Todo lo contrario, sin tratamiento ni vacuna es probable que las cosas sean aún peor en los próximos meses, Todo depende de las medidas sanitarias que se lleven a cabo.
Algunas instituciones se han puesto a estimar el impacto de la COVID-19 para el resto del año y, por desgracia, las perspectivas no son alentadoras. El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington compartió sus cifras a través de un comunicado. Para el primero de enero, el escenario más probable es que, a escala global, la pandemia acumule unas 2.8 millones de muertes, con 30 mil nuevas al día.
Sin embargo, este escenario asume que se continúa el uso masivo de cubrebocas y no se ve una relajación de las medidas sanitarias en ninguna parte del mundo. Pero el IHME también compartió un escenario catastrófico, donde se supone que los países siguen reduciendo los requisitos de distancia social y no todo el mundo usa mascarillas. En ese caso, se podría llegar al Año Nuevo con un más de cuatro millones de fallecimientos acumulados a escala global.
Un panorama desolador, considerando la actual situación de la COVID-19
No es la primera vez que se lanzan estimaciones y que pintan un panorama bastante oscuro para el futuro de la pandemia. En mayo, la UNAM dijo que lo peor de la pandemia llegaría el pasado 27 de junio, pero no parece que los casos hayan cedido tanto desde entonces. La OPS, a inicios de agosto, dijo que hasta ese mes podría empezar a reducirse la curva. Y en algún punto, se teorizó que octubre serviría para dar paso a un segundo brote de COVID-19.
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Vale la pena observar las nuevas estimaciones del IHME y lo que pueden significar para todas las marcas del mundo. Si bien es cierto que ninguno de los resultados está escrito en piedra, incluso llegar al escenario probable no será sencillo. Se requiere de un esfuerzo consistente de autoridades de gobierno, compañías y los mismos individuos para tratar de evitar en lo posible las cuatro millones de muertes de la peor cifra. Y por ello las marcas deben volverse líderes.
Es evidente que la mayor parte de los negocios están ansiosos de volver a las actividades productivas lo antes posible. Se trata de un fenómeno inevitable, luego de meses de lidiar con las consecuencias negativas de la COVID-19. Pero si la pandemia continúa empeorando, será cada vez más difícil recuperar la confianza de los consumidores para salir a las calles y seguir gastando. Las marcas deben de fomentar, con más insistencia, hábitos de salud responsables.
Luces al final del túnel
Por otro lado, las estimaciones de muertes para la COVID-19 que se están liberando ahora son un poco menos aterradoras, gracias al progreso que se ha hecho en el sector farmacéutico. Ya hay no solo posibles vacunas en Rusia y hasta una en México. También se ha invertido mucho dinero para comenzar cuanto antes con los fármacos de empresas como AstraZeneca. Eso sin contar que las pruebas de contagio parecen estar al alcance de cada vez más consumidores.
También parece que algunos expertos son ligeramente más optimistas, o al menos tienen un poco más en claro, sobre el futuro de la COVID-19. Según BBC, podría eliminar o reformar muchos hábitos, especialmente en el ámbito de la salud, para el largo plazo. Lifescience cree que se podría ver una disminución definitiva de los casos en algún punto de 2021. Y en datos de The Conversation, incluso podría ser una preparación para defenderse de futuros brotes.