• En todo su periodo como presidente, Trump jamás reveló de forma oficial sus informes de impuestos

• Sin embargo, varios medios llegaron a reportar que pagaba casi nada al erario público como parte de su actividad empresarial

• Lo anterior se debe a que, aunque algunos de sus emprendimientos son muy exitosos, otros le hacen perder casi tanto, o más, dinero

Por los últimos cuatro años, Donald Trump destacó a escala internacional por ser el líder de la economía más grande del mundo. Pero desde hace unas horas que la presidencia de Estados Unidos (EEUU) ahora recae en Joe Biden. Y parece que en el instante que ex-protagonista de El Aprendiz puso un pie afuera de la Casa Blanca, sus problemas financieros empezaron a relucir. Al menos así lo indican los más recientes reportes de varias de sus propiedades.

Según Reuters, el miércoles, el mismo día que Trump abandonó la Casa Blanca, muchos de sus negocios en el sector de hoteles liberaron sus estados financieros. La situación por la que están pasando, al igual que otras marcas en el sector de turismo, es grave. En el International Hotel de Washington D.C. se registró una caída en los ingresos de 2020 de 62.7 por ciento. La propiedad del ex-presidente en Las Vegas, por su lado, cayó en un más sutil 42.7 por ciento.

La única propiedad de Trump que parece haber sobrevivido, incluso crecido, durante 2020 es la que está en Florida. El club Mar-a-Lago de Palm Beach, donde el ex-presidente está ahora mismo, reportó ingresos por 24.2 millones de dólares (mdd). Esta cifra representa un aumento de 13 por ciento con respecto al año pasado. Cabe destacar que esta propiedad fue usada de forma recurrente por la administración a su mando, alojando tanto dignatarios como aliados.

Sobre la inminente ruina financiera de Trump

En su posición como millonario y dueño de varios activos de valor, el ex-presidente no parece estar muy preocupado sobre su supervivencia tras la salida de la Casa Blanca. De acuerdo con Bloomberg, no es del todo claro qué es lo que Trump planea hacer después de tomarse un respiro de la política. Pero sí hay quienes creen que tiene suficiente capital mediático y social como para iniciar su propio cana de TV, red social, o similar. Pero tendrá un problema.

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Antes de revelar el estado de sus propiedades, se sabía que Trump iba a tener que enfrentar varias complicaciones legales a raíz de sus negocios una vez que saliera de la Casa Blanca. De acuerdo con The Guardian, en Manhattan se está investigando la honestidad de todos los reportes financieros de su organización. Aparte se quieren esclarecer los nexos con Deutsche Bank, que a su vez estuvo bajo una investigación por lavado de dinero, en datos de Reuters.

Pero el dato más importante es que las propiedades de Trump podrían no tener resultados tan positivos a futuro sin que ocupe la presidencia. En datos de Forbes, los negocios del magnate han recibido más de 2.5 mdd del Gobierno de EEUU entre 2017 y 2020. De hecho, los mismos resultados financieros de Mar-a-Lago son una muestra de eso. Sin el poder económico de la Casa Blanca que lo respalde, es probable que el ex-magnate llegue muy pronto a la ruina.

Redes sociales, la otra pérdida de Donald

El ex-presidente no solo está sufriendo financieramente. También está desconectado del resto del mundo, al menos en sus canales favoritos: Las redes sociales. Facebook, por ejemplo, aún no le ha regresado el control de su cuenta oficial. No solo eso, sino que Mark Zuckerberg y su equipo no quieren tomar directamente la decisión de devolverle al presidente su perfil. Así que se ha decidido que la decisión pase a su nueva Junta de Supervisión para llegar a un acuerdo.

Algo similar ocurrió en Twitch. La plataforma de livestreaming es un lugar relativamente nuevo para Trump, que solo empezó a operar como parte de sus esfuerzos de reelección para 2020. Sin embargo, la compañía decidió que no se le dejará volver a pisar el sitio, indefinidamente. Lo anterior, así como algunas acciones similares de otras plataformas del sector, levantaron quejas y protestas entre varios expertos. Esto, pues son un pisoteo a la libertad de expresión.