El año limite llegó e incluso está por concluir. Desde hace más de un lustro, diversos estudios indicaban que el 2020 sería el año en el que la mayoría de fuerza laboral en el mundo comenzaría a estar dominada por robots. Aunque esto pudo no pasar como todos esperan, lo cierto es que estamos comenzado a ver avances al respecto y el mejor ejemplo ahora mismo es KFC.

En principio es justo entender las cifras detrás de la esperada sustitución en el mercado laboral, en donde, en búsqueda de ganar rentabilidad, serán cada vez más las empresas que apuesten por la “contratación” de robots antes que de humanos.

Humanos por máquinas 

Una reciente investigación realizada por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), destaca que este tipo de máquinas ocuparán más de 5.1 millones de puestos de trabajo durante 2020, lo que significa una reducción de oportunidades para el capital humano en la misma proporción. (Investigación correspondiente a 15 mercados líderes en el mundo que representan el 65 por ciento del total de trabajadores en el mundo).

Lo anterior serría el efecto de la búsqueda de las empresas por aumentar su rentabilidad, si se considera que los costos que hoy este tipo de tecnología implica a las marcas supone un 4 por ciento de los ingresos anuales de una organización, número diez veces menor al 40 por ciento que suponen los costos de la plantilla laboral en términos de capacitación y servicios, según proyecciones de Gartner.

Esta última investigación daba mayores datos. DE acuerdo con sus hallazgo, durante este año, agentes de softwares autónomos -sin control humano- participarán en el 5 por ciento del total de transacciones económicas, situación que marcaría el inicio de la economía programable, dentro de la cual las interacciones entre marcas y consumidores finales estarán sujetas a la automatización que significa la adopción de este tipo de tecnologías en la base de la pirámide comercial.

Adicional, el estudio destaca que en este 2020, los robots o bots inteligentes facilitarían el 40 por ciento de las interacciones móviles, con lo que los usuarios tendrían mayor a otorgar su confianza a asistentes personales virtuales capaces de predecir sus necesidades y actuar autónomamente en nombre de cada consumidor.

Un KFC sin empleados 

Si bien es complicado dar un diagnostico certero sobre las predicciones cumplidas alrededor de estos números considerando la situación actual del mercado, la realidad es que la llegada de los robots como un elemento importante en la fuerza laboral es cada vez más evidente. La nueva propuesta de KFC es sin duda un ejemplo claro y tangible.

La cadena de comida rápida abrió en Moscú, Rusia el primer local operado cien por ciento por robots.

De esta manera, quienes visitan este local hacen sus pedidos, pagan y consultan todo lo relacionado con sus alimentos a máquinas capaces de cubrir todas las necesidades que los comensales pueden tener al momento de efectuar una compra en un restaurante.

En buena medida, la puesta en marcha de esta propuesta se aceleró con la llegada de la pandemia, que en plena etapa de recuperación demanda contractos mínimos para evitar nuevos contagios.

Así cuando el comensal entra al establecimiento tiene una primera interacción con un kiosco de autopedido que, basado en reconocimiento facial, puede reducir los tiempos de espera al identificar a clientes recurrentes y proponer productos que ya ha solicitado en el pasado. A este elemento, se suman kioscos de ayuda que permiten al cliente solicitar respuesta a dudas puntuales.

Una de las características clave de este KFC es que, además de que los pagos se realizan únicamente a través de monederos virtuales compatible con el sistema como Apple Play o Android Pay, la cocina luce totalmente abierta y es posible ver a la mayoría de los robots preparando los alimentos.

Este tipo de escenarios será cada vez más frecuente y lo único que queda por ver es la capacidad de estas máquinas por entregar el servicio espero por el cliente.