El mundo de la moda es de una evolución constante, los grandes diseñadores sorprenden año con año con nuevos diseños y nuevas tendencias, pero desde hace un tiempo la situación ha comenzado a cambiar: la tecnología irrumpió y busca quedarse.
Por qué no hacerlo, si este mercado podría alcanzar ingresos a nivel mundial por 391 mil 256 millones de dólares este 2017, únicamente a través de ventas realizadas por e-Commerce, de acuerdo con proyecciones de Statista.
Uno de los rubros que destacan cada temporada es el de zapatos, así marcas y diseñadores de lujo recurren a personalidades a colaborar, ya sea en el área creativa o como embajadores con la finalidad de contactar con el público.
Está claro que esta estrategia es efectiva, pero también lo es que resolver una necesidad de la gente o presentarles alternativas que hagan más confortables y satisfactorios los productor o servicios que adquieren sin sacrificar el estilo y la moda: ofrece grandes oportunidades para hacerlo.
Esto es probablemente lo que busca conseguir una marca emergente en el mundo de los zapatos, sólo que tiene una peculiaridad que llama mucho la atención, está formada por gente que poco tiene que ver (comúnmente) en la moda.
Se trata de Thesis Couture, startup fundada por Dolly Singh quien reunió a especialistas de la moda, pero además a un destacado grupo de ingenieros, científicos provenientes de lugares tan diversos como SpaceX, la NASA, y Oculus VR, para reinventar los zapatos de tacón alto.
COUNTDOWN: 🚀We are so excited! After 3 yrs in development, we are 1 day away! #ThesisLIFT👠Style without sacrifice https://t.co/hQnq26kk6O pic.twitter.com/aEJCbwncDX
— Thesis Couture (@thesiscouture) 3 de abril de 2017
Su propuesta son Olympus One, unos zapatos diseñados con tecnología especializada, que ofrecen el diseño, estilo, elegancia y sofisticación de unos zapatos de tacón alto, pero logran reducir un 25 por ciento su carga sobre los pies. Según la marca, ayudan a equilibrar su peso en todo el zapato para que no aplaste los dedos de los pies cuando camina.
Este nuevo emprendimiento hace recordar proyectos que grandes tecnológicas han intervenido en el mundo de la moda, como la chamarra inteligente con tela diseñada por Google o los vestidos Butterfly Dress, de Intel.