Nueva York, NY.- Hace un par de semanas, la compañĂa Barnes & Noble, propietaria de la cadena más grande de librerĂas en Estados Unidos, anunciĂł que su CEO renunciaba, se sospecha, debido a las pĂ©rdidas millonarias que la divisiĂłn Nook sufriĂł: en total, casi 5 billones de dĂłlares.
Como se sabe, Nook fue la iniciativa con que la editorial buscĂł hacerle frente a sus competidores, Apple y Amazon, con vĂas a incursionar en un mercado cada vez más poderoso: el del e-book. Sin embargo, la pĂ©rdida que sufriĂł la divisiĂłn pone en la mesa, de nuevo, el debate entre el e-book y el p-book (physical book, o libro fĂsico), y abre la puerta a una reflexiĂłn que puede ser valiosa.
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El debate entre el e-book y el libro de papel, ahora tambiĂ©n llamado p-book, se sitĂşa muy a menudo en el entorno de las opiniones personales. No es raro escuchar argumentos del tipo “a mĂ me gusta más el libro porque cuando lo tengo en mis manos puedo olerlo, tocarlo…”, etc. Por otra parte, tampoco es raro escuchar que la entrada en una era de grandes desarrollos tecnolĂłgicos como la nuestra, exige de nosotros los lectores cambios mayĂşsculos en nuestra forma de leer. SegĂşn estos Ăşltimos, que apoyan al e-book y están a favor de sustituir el p-book, ya no deberĂamos leer en papel porque Ă©ste está desfasado: el libro fĂsico es pesado, se moja, se puede perder, y cosas por el estilo.
Sin embargo, habrĂa que ver lo que dicen las compañĂas que venden tanto e-books como p-books —un ejemplo es Barnes & Noble—, para saber realmente hacia dĂłnde va el mercado, y quĂ© es lo que los consumidores están buscando.
A pesar de que con el e-book, Barnes & Noble sufriĂł grandes pĂ©rdidas, en la venta de libros fĂsicos durante el ultimo año no fue asĂ; de hecho, de acuerdo al portal de The New Yorker, estas subieron. Por lo tanto, segĂşn algunos, entre los cuales está Peter Olson, ex CEO de Random House (tambiĂ©n citado por TNY), lo que la poderosa librerĂa debe hacer es combinar estrategias como la venta de paquetes de “e-books y libros fĂsicos”, a fin de salir adelante.
Entre los expertos, se sigue considerando a los libros fĂsicos como un “dispositivo”, por llamarlo en tĂ©rminos actuales, de gran tecnologĂa, y para nada se cree que estĂ© obsoleto. Más allá de los argumentos que acuden a la melancolĂa, el libro fĂsico es fácil de leer, portátil, durable y, si consideramos todas sus ventajas, tambiĂ©n es barato. En el otro lado de la industria, la del e-book, se sabe que tambiĂ©n es barato (más que el p-book), pero su principal ventaja consiste en la portabilidad. Los lectores de libros electrĂłnicos coinciden en que se sienten atraĂdos a Ă©ste porque pueden “cargar” miles de libros en un solo lector. Sin embargo, tambiĂ©n es más comĂşn entre Ă©stos leer en papel, asĂ como preferirlo cuando se trata de lecturas “pesadas”, mientras que para las “ligeras”, el e-book les va bien.
Como se puede ver en todo el mundo, el debate aĂşn no ha concluido, pero los argumentos de peso a favor de la coexistencia están ganando terreno. En MĂ©xico, por ejemplo, la instituciĂłn gubernamental Conaculta ya tiene fecha para un simposio sobre el e-book, que se llevará a cabo en este mes de septiembre. En su sitio de internet recoge la opiniĂłn del titular de la DirecciĂłn General de Publicaciones del organismo, quien acerca de este debate señala que aĂşn hay temas que están por discutir. Y tiene razĂłn, si hubiera certeza en todos los temas, no serĂa necesario abordarlos de nuevo. El tema de los e-books y los libros fĂsicos no es la excepciĂłn.