El propósito de eliminar las muletillas es enriquecer la calidad de tu presentación. Cuanto más preciso sea el lenguaje, tendrás mayores oportunidades de lucimiento.
En mi trayectoria como consultora de imagen, puedo decir que tengo una larga experiencia como ponente. Esto me hacía pensar que ya tenía completo dominio de mi persona y mi público, sin embargo, “hasta al mejor cazador se le va la liebre”.
Debo confesar que no siempre fue así, en especial, como oradora al hablar. Mi personalidad acelerada, perfeccionista y con el ímpetu de compartir todo mi conocimiento, provocaba que acelerará el ritmo al hablar, atropellara las palabras y que usara muletillas. Por lo que me di a la tarea de trabajarlo.
Tomé clases de oratoria, vocalización y hasta canto; bueno esto último, de plano solo quedó en un mero intento, porque he de confesar que nunca entoné.
Con esta preparación, pensé que lo tenía resuelto y la verdad es que sí, las estrategias que fui aprendiendo me han ayudado en gran medida, pero hay una que pasé por alto y en mi última presentación dejé de concientizar lo aprendido, esto fue, el uso de las “muletillas”.
Esto es, aunque ya seas un experto, en ocasiones los nervios, stress, exceso de trabajo y un sin fin de cuestiones pueden regresarte a lugar de partida. En el momento donde dejas de hacer lo aprendido, parece que el cerebro se pusiera en “piloto automático” y regresas a los malos hábitos.
Por eso, hoy quiero reafirmar lo aprendido y además compartirlo, porque puede que utilizar muletillas, también te pase a ti.
1) Piensa y luego habla.- en ocasiones, hablamos y hablamos sin estar 100% seguros de lo que queremos transmitir, por lo que es necesario hacer una pausa, ordenar las ideas y transmitir el mensaje.
2) Organiza tus ideas.- con frecuencia, las muletillas suceden cuando no sabemos que decir o hacia dónde va el discurso, por ello es necesario que antes de hablar, sepas qué finalidad tiene lo que vas a decir y a qué personas quieres llegar.
3) Utiliza expresiones para enlazar tus ideas.- existen frases que te ayudan a cambiar las muletillas y enlazar ideas. Algunos ejemplos son “además, de igual forma, me interesa resaltar que, quisiera enfatizar”
4) No temas olvidar palabras.- si de pronto no recuerdas alguna palabra, díselo al público y continua con tu presentación, no somos perfectos y esto puede ayudar a generar empatía con tu auditorio.
5) No hagas tan evidentes tus errores y continua.- asume cuando te equivocas, haz una pequeña pausa y sigue adelante. Evita caer en este error para no desvalorar tu presentación.
6) Apóyate en tu audiencia.- lanzar preguntas que fácilmente puedan responderte con un “sí” o “no”, es la mejor idea para ocasiones en que no encuentras cómo enlazar ideas.
7) Amplia tu vocabulario.- la lectura, ayuda a eliminar la escasez de vocabulario y por consiguiente el uso abusivo de muletillas