Crear un plan de marketing, en teoría, podría no ser nada complejo. Identificar al target, estudiar a los competidores, decidir y fijar objetivos así como ejecutar y medir campañas puede ser algo de lo más normal para cualquier marca.

A pesar de que es un proceso común e incluso rutinario, es cierto que llevarlo a buen puerto es cada vez más complejo.

Las características actuales del mercado, el dinamismo y exigencias del consumidor así como la creciente competencia son parte del problema, que para las empresas representa pérdidas nada menores.

Sólo para poner un ejemplo, basta con reconocer una reciente investigación realizada por Proxima, la cual indica que cada año se desperdicia a nivel global hasta un 60 por ciento del presupuesto que los anunciantes destinan al entorno digital.

Por irónico que pueda parecer, esto es resultado de errores comunes que aunque podrían ser cosas obvias o que nunca deberían de olvidarse, se cometen en el proceso.

En este sentido, compartimos 5 errores estratégicos por los que tu plan de marketing no funciona:

Sin estudios de mercado por mercado

Aunque podría ser una obviedad, un plan de marketing debe de partir de un estudio de mercado adaptado a la región, nicho y target que se quiere alcanzar.

Con la globalización, es común pensar que una acción que funciona en China puede ajustarse al mercado sudamericano con simplemente modificar el idioma; los estrategas olvidan que las culturas que toman contacto con la marca son totalmente diferente.

Así dentro de un estudio de mercado no sólo deben analizarse las oportunidades de la marca, sino también el contexto en el que busca crecer con todo lo que esto implica.

Establecer objetivos generales

Determinar los objetivos desde una óptica general es un error común. Para obtener los resultados necesarios es vital establecer objetivos cuantificables y cualificables, pero todos con un mínimo de mesura, ya que el éxito sólo se refleja consiguiendo términos o cifras medibles.

Si bien los objetivos deben tener como meta un punto en común, se deben puntualizar los pasos a seguir para llegar a ese resultado global de manera especifica y claro.

Así se recomienda establecer objetivos con las siguientes características: específicos, medibles, alcanzables, realistas y con tiempo de vigencia definido.

Tener productos “perro”

Así se denomina a aquellos productos que no tienen crecimiento y cuya participación de mercado es nulo. Cuando un plan de marketing se realiza con base en estas propuestas o bien considerando las mismas, las probabilidades de fracaso aumentan exponencialmente.

Hablamos de productos que están en la última etapa de vida y que de mantenerse pede suponer más gastos que beneficios, situación que ningún plan de mercadotecnia podrá salvar.

Olvidar la coherencia

Las tendencias y las modas son dos conceptos peligrosos cuando se llevan al terreno de la mercadotecnia. Perder la coherencia y el norte al elaborar un plan es sencillo cuando no existe estrategia y los esfuerzos se guían sobre estas dos premisas.

Aquí es en donde la coherencia se puede perder y, con ellas el reconocimiento de  límites, oportunidades, ventajas y riesgos al momento de elaborar un plan.

En marketing se debe tener coherencia entre el producto, el plan de marketing y el consumidor de dicho producto. Para nunca perder este norte se recomienda responder a las siguientes preguntas:

• ¿Quién es mi comprador?
• ¿Dónde se encuentra?
• ¿Qué demandas tiene?
• ¿Tiene más opciones?

No hay un responsable

Establecer a un líder responsable del diseño, ejecución y medición del plan es vital. De nada sirve tenerlo en un papel y presentarlo al equipo si no hay quién guíe el proceso. Se trata de asegurar el seguimiento de lo planeado en tiempo y forma.

Es un error pensar que un plan de marketing es algo fácil y que puede hacerse solo. No hay nada más equivocado que esto; es necesario contar con expertos que puedan elaborar el plan y revisar los resultados.