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Una de las acciones más difíciles de hacer en cualquier rama, es dar el primer paso.
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Tus objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y temporales.
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Haz todo lo posible por mantener la motivación de tu equipo en alto.
Emprender tu propio negocio no es ninguna misión fácil. El mercado, sobre todo en medio de una crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, se muestra inestable ante los nuevos competidores. Sin embargo, hacerlo puede ser una importante solución a las problemáticas mundiales a las que nos enfrentamos hoy en día. Con muchas grandes empresas cerradas, otra desaparecidas y algunas más en peligro, gran cantidad de empleos se perdieron, dejando a miles de personas a la deriva. ¿Qué hacer ahora? Para responder esta pregunta, quizá no sea tan mala idea retomar algún proyecto que tuvieras guardado e invertir en él para salir adelante en estos tiempos difíciles. Claro, abrir una empresa te enfrentará a nuevos retos, más no es imposible tener éxito.
Si no sabes por dónde empezar, posiblemente sea un cliché decirte que lo hagas por el principio. Una de las acciones más difíciles de hacer en cualquier rama, es dar el primer paso. Una vez tomada esta decisión ya tendrás un buen tramo recorrido. Ya que te encuentres comprometido a tu idea, tu producto o tu servicio, es momento de ser inteligente y tomar en cuenta algunos de los siguientes puntos para no fracasar. Nada más desmotivante que encontrarte con un mundo complicado y descubrir que tu inversión no regresó como esperabas. Sin embargo, debes tomar en cuenta que este escenario y muchos otros son muy probables y es aquí donde uno de los primeros consejos puede ser la perseverancia. Entre otras cosas que te ayudarán bastante, están las siguientes.
No lo hagas solo
Si decides tomar valor y lanzarte solo enfrentar cualquier mercado, es probable que te encuentres con una batalla sumamente complicada. No decimos que no seas capaz de ganarla, sino que tener socios o compañeros que te apoyen y estén a bordo de la misión contigo, te facilitará considerablemente tus primeros pasos.
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Invierte en publicidad
Gran parte de tu inversión se irá en la producción de lo que ofrecerás. Tal vez tomas en cuenta que debes darle publicidad, pero ten en claro que este aspecto puede ser más importante de lo que crees. Sí, hoy contamos con muchísimas herramientas en redes sociales, sin embargo, no todas son gratis y hay que saber usarlas. Analiza dónde y cómo te puedes anunciar a fondo y planea una fuerte estrategia, pues de este punto puede depender tu éxito.
Mantén tus objetivos al nivel
Se dice que tus objetivos en cualquier empresa deben responder a las siglas S.M.A.R.T: específicos (“specific”), medibles (“measurable”), alcanzables (“attainable”), realistas (“realistic”) y temporales (“timeley”). Es decir, piensa en lo que quieres alcanzar como algo concreto, que puedas medir con algún número, que sí se pueda alcanzar y sea realista según tu público y capacidades. Por último, otorga una fecha límite.
Motiva a tu equipo
Una vez que tengas a un grupo de personas con quienes vas a emprender la misión, haz todo lo posible por mantener la motivación en alto. Es muy sencillo desmotivarse y querer abandonar el barco en los primeros meses, pero una de las características de un buen líder, es su capacidad para empujar a los demás hacia adelante.
Buena comunicación con el cliente
Ningún cliente vale menos que otro, cuando apenas inicias algún proyecto. Toma en cuenta las necesidades de todos y trátalos como te gustaría que te trataran. Debes hacerlos que quieran regresar, que les guste trabajar contigo y que sepan que eres alguien determinado, decidido y capaz de otorgarle lo que necesita.