En medio de las campañas para elegir al nuevo presidente de México y a partir de los mensajes y estrategias de marketing político que cada uno de los contendientes ha llevado a la práctica, es posible encontrar similitudes entre ellos y diversos elementos del entretenimiento.
Imagina que en lugar de políticos con trayectoria partidista y convicciones particulares, los candidatos fueran personajes de la cultura pop y del entretenimiento, por ejemplo, de la franquicia taquillera The Avengers y su más reciente entrega cinematográfica: Infinity War.
Más allá de sus propias capacidades para gobernar, sus discursos, “dimes y diretes” y convicciones, los candidatos a la presidencia de México han mostrado un perfil que por sus características bien podrían compararse con las de los superhéroes que se enlistan a continuación:
Andrés Manuel López Obrador- Capitán América
El candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” representa un centralismo entre guerras políticas, ya que militaba en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), institución que gobernó al país por más de 70 años, y posteriormente se fue a las filas de Partido de la Revolución Democrática (PRD) con el que contendió dos veces por la presidencia de México.
Su plataforma política en defensa del nacionalismo y su experiencia (en edad y en carrera política) lo lleva a generar empatía con Steve Rogers, quien es un personaje surgido durante la Segunda Guerra Mundial y presentado como un símbolo de justicia y defensa de los derechos, y pasado el tiempo buscan mantenerlo vigente, aunque ya no haya nazis o soviéticos qué derrotar.
Uno de los puntos que más lo llevan a parecerse a Capitán América, es el “sentido nacionalista” que ofrece la plataforma política de López Obrador, la cual propone la defensa del consumo y producción de los productos locales, además de la lucha contra la corrupción para combatir a la pobreza y la delincuencia, más en un ideal de “buenos contra malos”.
Capitán América es el símbolo de un país armamentista, avanzado tecnológicamente, poderoso y hegemónico. El político tabasqueño toma las figuras Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas para tomar una causa, la de los pobres, un sector que representa el 43.6 por ciento de la población nacional con 53.4 millones de personas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).