Todo lo que haces como empleado de una compañía influye en la marca que representas. Si haces las cosas bien tanto dentro como fuera de la empresa, porque modestas que sean, impactan en cómo los demás perciben a la firma.
Sin embargo, cuando haces lo contrario, las consecuencias pueden llegar a ser muy graves.
Para graficar sirve el ejemplo de Wells Fargo, una de las bancas de inversión más poderosas del mundo. Esta semana se conoció que despidió o suspendió a más de una docena de sus empleados y está investigando a casi un centenar más por supuestos incumplimientos de la política de gastos de la compañía respecto de las comidas fuera de horario, según publicó The Wall Street Journal.
Lo que sucedió, aparentemente, es que los empleados de Wells Fargo, que van desde analistas hasta directores generales en Nueva York, San Francisco y Charlotte, en Carolina del Norte, falsificaron los recibos de pagos de cenas que cargaron a su empleador.
Es decir, según se investiga, no cenaban en su horario de trabajo, pero le computaban al banco lo que consumían. ¿Cómo? Falsificando comprobantes para reembolsarse el monto apócrifo.
Wells Fargo, al igual que otros grandes bancos, devuelve a los empleados el valor de los alimentos que ordenan cuando tienen que quedarse hasta tarde en la oficina para trabajar en acuerdos u otros trabajos pendientes.
Sin embargo, en los últimos meses, la empresa descubrió que algunos empleados presentaron comprobantes de comida pedida a través de servicios de entrega que en realidad nunca se hicieron, publicó WSJ. Lo que al parecer hicieron, es pedir comida o comer en esos lugares, fuera del horario de trabajo en días feriados, y luego “alterar las fechas y horas en los recibos enviados por correo electrónico a recursos humanos para que esas comidas sean reembolsadas”.
La empresa inició una investigación interna que duró meses y que resultó en el despido de los empleados.
Desde mayo, al menos nueve analistas de Wells Fargo fueron echados o otros renunciaron voluntariamente después de que el banco alegara que alteraron sus recibos de comida.
Más problemas
Para Wells Fargo este problema de imagen se suma al mucho más grave que estalló en 2016 con “cuentas fantasma”. ¿Qué pasó? Sus empleados crearon millones de cuentas falsas.
La sucesión de escándalos llevó a la Reserva Federal a limitar el crecimiento de sus activos hasta que pudiera demostrar que protege a sus clientes frente a los abusos. Por este fraude recibió también una severa sanción y tuvo que compensar a los inversores por las pérdidas que sufrieron.
A comienzos de este mes también, el Departamento de Justicia anunció una multa de 2.090 millones de dólares al banco por engañar a los inversores sobre la calidad de los paquetes de deuda hipotecaria que le vendieron entre 2005 y 2007, que contribuyeron al estallido de la crisis financiera hace ahora 10 años.