Construir estrategias de contenido ha permitido que muchas historias se conviertan en exitosos diseños, debido al impacto que han alcanzado en la forma de comunicar con el consumidor.

Esta eficiencia ocurre en el mercado de contenidos periodísticos, donde la transformación ha sido más que evidente, por ejemplo, ante el debilitado esquema de generar información a través de periódicos, donde los ingresos publicitarios caen.

Dicho mercado ha sabido adaptarse al escenario digital, donde es común encontrar la introducción de plataformas que aseguran el cumplimiento de objetivos, como la creación de audiencias o la consolidación de mensajes que buscan generar cultura o provocar cambios en el mercado a través del consumo de información.

Veamos dos datos reveladores que nos ayudan a entender con números los argumentos expuestos:

Primero, números de Wilkofsky Gruen Associates y McKinsey advierten que la inversión a nivel mundial en publicidad dentro de periódicos ha caído desde 2010 en que registró 84 mil 620 millones de dólares hasta los 70 mil 830 mdd esperados en 2019.

Segundo, cifras del Reuters Institute for the Study of Journalism y YouGov, las dos primeras razones por las que se hace uso de las redes sociales para comunicar noticias en Finlandia, eran el fácil acceso a diversas fuentes de noticias y la entrega inmediata de este tipo de contenido.

Teniendo en cuenta este contexto, llama la atención la capacidad del periodismo en generar contenido mediante plataformas de datos.

Un ejemplo de ello son 5º Elemento, una plataforma de periodismo investigación que busca postulantes con proyectos de alto impacto, con la finalidad de crear un cambio en la sociedad.

Como segundo caso tenemos Mexicanos Unidos Contra la Corrupción, una plataforma que se ha ha basado su estrategia en la investigación periodística, como una apuesta que busca generar cambios sociales a través de la información.

Estas dos plataformas nos hablan de la capacidad que tienen los mercadólogos de generar contenidos ya no concentrados en marcas, ahora se trata de establecer plataformas que buscan la colaboración, como norma para alcanzar transformaciones culturales o sociales, elementos sobre los que se basa el mercado y entorno a los cuales reacciona el consumo.