El home office y el trabajo a distancia se han convertido en la norma en medio de la emergencia sanitaria que enfrenta el mundo entero y plataformas como Zoom se han convertido en parte vital de las herramientas de trabajo de millones de empleados a lo largo y ancho del planeta.
Las cifras alrededor de este tipo de servicios son claros y necesarios para darnos una idea de cómo creció la demanda y el negocio alrededor de estos servicios.
Las necesarias videollamadas
Para darnos una idea de lo ganado, basta con reconocer los resultados de un reciente análisis firmado por App Annie, el cual indica que los usuarios gastaron más de 23 mil millones de dólares en descargas de aplicaciones durante el primer trimestre del año, en donde los mercados con mayor participación son aquellos que justamente se vivieron o atraviesan situaciones de confinamiento masivo: Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
En este juego, aplicaciones como Zoom han registrado un especial crecimiento ante la necesidad de las personas por mantener comunicación con sus seres queridos así como empleados a distancia.
Las cifras no mienten. De acuerdo con datos entregados por Statista, las aplicaciones más utilizadas para realizar videollamadas en medio de este proceso de confinamiento han sido Zoom (+4076 por ciento), Google Hangout (+2501 por ciento), Skype Video (+812 por ciento), WhatsApp Video (+441 por ciento), FaceTime (+231 por ciento), Facebook Calls (+231 por ciento) y Google Duo (+227 por ciento).
De usuarios e ingresos
El negocios asociado a este tipo de plataformas no dejó de crecer y quizás el caso más evidente fue el relacionado con Zoom.
Basta con revisar los números correspondiente al segundo trimestre fiscal del año, en los que Zoom aseguró que promedió 148,4 millones de usuarios activos mensuales, un 4 mil 700 por ciento más que el año pasado.
Si bien ya se ha advertido desde hace meses sobre el crecimiento exponencial y acelerado de la plataforma, no deja de ser llamativo que informara ingresos por 663,5 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 355 por ciento respecto al año pasado.
Estos números superan incluso a lo que reportó el trimestre anterior, cuando creció un 169 por ciento al alcanzar los 328 millones de dólares; un comportamiento derivado en gran medida por crisis de COVID-19.
Más interesante es reconocer que el 81 por ciento de estos ingresos se derivaron de la suma de nuevos usuarios a su servicio.
Será la norma
Estas cifras además de poner en contexto el negocio que vino con la pandemia, también deja en claro las nuevas dinámicas que se viven y se mantendrán en el mundo laboral, en donde el trabajo a distancia se perfila como la forma obligada.
Cuando menos así lo indica un nuevo reporte entregado por LinkedIn, el cual indica que a nivel mundial las búsquedas de trabajo que involucran trabajo remoto han aumentado en 60 por ciento a nivel mundial desde marzo.
En el caso particular del mercado mexicano, se preve que las vistas a ofertas laborales que promueven el home office son 3.72 veces más altas ahora, en comparación con marzo, y las solicitudes para estos puestos han aumentado en 287 por ciento.
El movimiento de las empresas, se ha orientado a la misma línea. De acuerdo con los hallazgos de la red profesional, las vacantes que ofrecen empleo no presencial son 2.89 veces más altas, lo que representa un aumento del 189 por ciento desde marzo.
Esta tendencia va más allá de seguir las medidas de confinamiento que llegaron con la pandemia. Las empresas y los empleados han encontrado en esta forma de trabajo muchos beneficios, que van desde reducir costos hasta hacer el trabajo mucho más productivo.
Si no dominas Zoom deberían despedirte
Aunque es cierto que las ventajas podrían no ser las mismas para todos, lo único que queda claro es que los empleados están obligados a adaptarse a las nuevas normas y la desatención en aspectos tan básicos como utilizar el nombre completo en cada junta a distancia o dejar micrófonos y cámaras cerrados al momento de la conexión sólo habla de la incapacidad para adaptarse a la nueva normalidad.
Con la normalización del teletrabajo, no es válido cobijarse en la premisa “esto es nuevo para mí”. Las videoconferencias, de la misma manera que sucede en los procesos de interacción en persona, gozan de protocolos que deben ser considerados y atendidos. La imagen personal y profesional va de por medio y no importan la edad o puesto que ocupes.
Herramientas como Zoom permanecerán como recursos de uso cotidiano aún cuando el mundo en oficinas se normalice.
No dominar Zoom será como ignorar las capacidades que tiene una hoja de Word o de Excel. En otras palabras, quienes vean complicado adaptarse a estas herramientas, simplemente quedarán obsoletos en la vida laboral que aguarda la nueva normalidad.