- Shell ganó una apelación que anula una orden de reducción de emisiones de carbono impuesta por un tribunal de Países Bajos.
- La Corte de Apelaciones de La Haya decidió que aunque Shell debe reducir sus emisiones, no se puede fijar una cifra exacta para estos recortes.
- La ONG que promovió el caso expresó su descontento.
El gigante petrolero Shell logró una victoria judicial este martes 12 de noviembre al ganar la apelación que anuló una orden previa de reducción de emisiones de carbono impuesta por un tribunal holandés.
La decisión se dio en medio de los primeros días de la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán y podría tener repercusiones a nivel mundial, especialmente en el desarrollo de litigios ambientales contra las grandes empresas de combustibles fósiles.
La Corte de Apelaciones de La Haya falló que, aunque Shell mantiene la responsabilidad de reducir sus emisiones de carbono, no es posible determinar una cifra exacta para estos recortes, lo que llevó al tribunal a desestimar el caso en su totalidad.
La orden original, emitida en mayo de 2021 por un tribunal de distrito, obligaba a Shell a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 % para 2030, tomando como base sus niveles de 2019.
Además, esa resolución establecía que la empresa debía asumir la responsabilidad por las emisiones de toda su cadena de valor, es decir, las emisiones generadas no sólo por sus propias operaciones, sino también por los productos que vende, conocidas como emisiones de Alcance 3.
Este caso, que fue promovido en 2019 por la organización ambiental Milieudefensie y la filial holandesa de Amigos de la Tierra, junto a otros seis organismos y más de 17.000 ciudadanos, representó la primera vez que una corte ordenaba a una empresa alinear sus políticas con los objetivos del Acuerdo de París, dice CNBC.
Este marco global tiene el objetivo de evitar los impactos más severos del cambio climático mediante la reducción del aumento promedio de la temperatura global a entre 1,5 y 2 grados centígrados.
Un cambio en la estrategia legal de Shell
Tras el fallo en su contra en 2021, Shell decidió trasladar su sede de los Países Bajos al Reino Unido, un movimiento que fue interpretado por algunos como una reacción ante las restricciones legales impuestas en su país de origen.
En el proceso de apelación de este año, la compañía argumentó que las obligaciones para reducir emisiones deberían recaer en los gobiernos, no en las empresas, y que forzarla a reducir su negocio no supondría un beneficio real para la lucha contra el cambio climático.
Los abogados de Shell también sostuvieron que limitar las emisiones de una sola empresa podría no tener un impacto real, ya que otras empresas podrían ocupar el lugar de Shell en el mercado sin que ello redujera las emisiones globales.
El tribunal acogió este argumento, sosteniendo que la reducción de emisiones de Alcance 3 sería inefectiva, dado que otras empresas podrían continuar con el comercio de esos mismos productos, lo cual impediría una reducción real en las emisiones globales de dióxido de carbono.
Reacciones al fallo judicial
Las reacciones a esta decisión no tardaron en llegar. Milieudefensie, la organización ambiental que promovió el caso, expresó su descontento este martes.
Donald Pols, director de la entidad, lamentó el fallo, calificándolo como un revés para el movimiento climático.
Igualmente, dijo que no se darán por vencidos. En sus palabras, “este fallo nos afecta profundamente, pero quienes nos conocen saben que no nos rendimos. La lucha contra el cambio climático es una maratón, no una carrera de velocidad”.
Por su parte, Shell celebró la decisión. Wael Sawan, CEO de la compañía, dijo en un comunicado que esta sentencia representa la opción correcta para la transición energética global, así como para la compañía y los Países Bajos.
Sawan aseguró que Shell mantiene su compromiso de transformarse en una empresa con emisiones netas cero para 2050 y que este objetivo sigue siendo el núcleo de su estrategia de negocios.
Fallo a favor de Shell: consecuencias inmediatas
El resultado de la apelación podría tener derivaciones importantes para futuros litigios climáticos.
En los últimos años, activistas climáticos han conseguido varias victorias legales en diferentes partes del mundo, lo que ha presionado a diversas empresas a tomar medidas para limitar sus emisiones. Sin embargo, este fallo representa un revés para esos esfuerzos, particularmente en Europa, donde los movimientos ambientalistas han conseguido algunos de sus éxitos legales más notables.
A medida que el mundo enfrenta los desafíos del cambio climático, la industria del petróleo se encuentra en un proceso de reconfiguración.
Las principales empresas del sector, entre ellas ExxonMobil, BP y Chevron, han comenzado a destinar una parte de sus inversiones hacia fuentes de energía alternativas y proyectos sostenibles.
BP, por ejemplo, fijó metas para reducir sus emisiones, mientras que ExxonMobil explora tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono. Chevron, por su parte, diversificó sus inversiones hacia fuentes de energía renovable.
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