YPF, la mayor petrolera del país, presentó este lunes una oferta para quedarse con el negocio de su competidora Shell en la Argentina. Los activos consisten en 600 gasolineras y una refinería para procesar petróleo.
El interés por el negocio de la refinación y distribución que hoy tiene Shell en el país también sería de otras petroleras. Según La Nación, Pluspetrol, la tercera entre las mayores productoras de crudo y Pan American Energy también tendrían la misma intención.
Las ofertas de las distintas petroleras habrían sido entre los US$ 900 millones y los US$ 1.000 millones.
“La decisión de Shell se enmarca en un contexto en el que necesita bajar su deuda, tras la compra el año pasado de BG Group, otra compañía británica con cuya fusión creó el grupo de gas natural licuado más grande del mundo”, dice La Nación.
La venta de Shell no incluye la exploración, extracción ni producción de petróleo, campo en el que la anglo holandesa tiene fuertes inversiones en la zona de Vaca Muerta, al suroeste argentino.
Condiciones
Entre las exigencias de Shell para vender está el hecho de que el comprador está obligado a mantener la marca. Esto es, YPF podría ser la dueña de 600 nuevas estaciones de servicio (o gasolineras), pero la marca de esos puntos de venta debe seguir siendo “Shell”, un detalle no menor que desalienta la compra. Para los medios locales, se trata de una jugada que le permitiría en el futuro reingresar en el negocio sin haber perdido presencia.
Shell (13% del mercado) disputa el segundo lugar en Argentina en cuanto a la participación en la venta de combustible líquidos. Está detrás de YPF, que con el 55% del share, lidera el mercado. En esa pelea por ser el escolta están también Esso (en retirada) y Axion.
El punto fuerte de Shell es su prestigio. Para el imaginario colectivo de los automovilistas argentinos, la marca tiene los mejores combustibles, aunque sean más caros.
Los expertos entienden que YPF, aunque quisiera, no podría comprar los puntos de venta de Shell porque no se lo permitiría Defensa de la Competencia, ya que alcanzaría una posición dominante. Sin embargo, la idea sería comprar para inmediatamente elegir un comprador.
El objetivo sería trabar el ingreso de comercializadores de combustibles, como Trafigura y Vitol, con un inmenso poder de compra en todo el mundo.
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