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Hay una crisis de crecimiento en las empresas como Grubhub, DoorDash, Uber Eats y Postmate
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Los fondos de inversión quieren empezar a ganar buen dinero
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El escenario es de posibles cambios y fusiones en el corto plazo
El modelo de negocio de los servicios de entrega de alimentos está en debate. Es una crisis “buena”, una crisis generada por el crecimiento, pero es una crisis al fin.
Estas empresas, que no existían hace 10 años, ahora condicionan la vida de la gente en la mayor parte del mundo y pocos imaginan cómo sería la cotindianeidad sin ellas.
Sin embargo, no son grandes productoras de ganancias, y eso tensiona la relación de las firmas con los inversores.
“Los servicios de entrega de alimentos deben demostrar que realmente pueden ganar dinero, un requisito nuevo para la industria que, durante años, ha vivido de la inyección de fondos de los inversores más arriesgados”, analizan en Fortune.
Grubhub, DoorDash, Uber Eats y Postmates se expandieron a partir de la comodidad de la gente de que les entregaran menúes en sus hogares por una tarifa relativamente baja y, a veces, hasta inexistente.
El problema es que a medida que las compañías han ido creciendo, los fondos de riesgo que invirtieron se preguntan cuándo comenzarán a tener buenas ganancias. Ingresos aceptables y en relación con las necesidades que llegaron a satisfacer.
Jordan Nof, de Tusk Ventures, advierte sobre la sustentabilidad del negocio: “Recibir comida todos los días de cualquier restaurante para el almuerzo y la cena no es algo, en términos generales, que seá sostenible en el tiempo de la forma actual”.
Algunos algunos servicios de entrega de alimentos están mostrando el estrés al que están sometidos. Por ejemplo, Grubhub, uno de los primeros jugadores en el segmento, contrató asesores financieros para explorar la puesta en venta de la compañía, según publicó el Wall Street Journal la semana pasada.
Desde Grubhub dijeron que “no hay ningún proceso de venta en marcha”, pero admitieron que siempre se consulta a los asesores, incluida las “posibles oportunidades de adquisición”.
Postmates, otro de los players del sector, retrasó su salida a bolsa y culpó a las “condiciones del mercado”. Esto generó rumores sobre la posible venta de la compañía.
Uber Eats, por su parte, anunció planes para salir de los mercados donde no logró convertirse en uno de los dos mejores competidores, como era su objetivo.
DoorDash, que se expandió rápidamente a nuevos mercados, no publica demasiado sobre sus resultados financieros. Según Fortune, la compañía se está preparando para una oferta pública inicial y así pronto se podrá saber más sobre su desempeño.
El problema es global. En el Reino Unido, Deliveroo sufrió una pérdida en 2018 de US$ 302 millones, un 16% más que en el año anterior.
Según Bloomberg, la compañía sigue en marcha sólo gracias a que está respaldada por grandes inversores, incluido Amazon, que le hizo un enorme préstamo.
Para Chris Webb, de ChowNow, el tema es simple: “La entrega no es rentable”. El CEO de la compañía que ofrece software y soporte a las empresas de entrega de alimentos dice que es así “desde que comenzaron”.
Una de las salidas del negocio a futuro podría ser reenfocarse sólo en áreas urbanas densas donde es más probable que obtengan ganancias porque podrían entregar más comidas por viaje.
También podrían pasar a ofrecer más entregas de comida rápida que comidas en restaurantes, lo que, según Webb, ayudaría a las compañías a reducir su costo por envío.
También se especula que las compañías de entrega podrían venderse a corporaciones más grandes que están dispuestas a asumir pérdidas, como Amazon. A pesar de que la empresa de Jeff Bezos cerró su pequeño servicio de entrega de alimentos en junio de 2019.
También, para obtener más ingresos, podrían pasar a ofrecer otros servicios, como arrendar espacio en cocinas compartidas o “cocinas oscuras“.
Los analistas dicen que puede haber fusiones entre estas empresas en el corto y mediano plazo.
“Si Grubhub vendiera, Uber Eats sería el comprador más probable, según los analistas de JMP Securities y J.P.Morgan”, dicen en Fortune. Grubhub tiene a su favor que, además de su tamaño, obtuvo ganancias durante los primeros tres trimestres de 2019.
Webb cree que Postmates también venderá. “Es probable que tengan que venderse a alguien que pueda asumir las pérdidas y llegar al punto de equilibrio: una tarea muy difícil”, dijo. “Por lo tanto, es probable que los compren y no por mucho dinero”.
Otros dicen que las compañías podrían dejar de expandirse y abandonar las tarifas con descuento.
Sin embargo, esto contrasta con encuestas que dicen que pocos clientes estarían dispuestos a pagar más por la entrega de alimentos, particularmente si hay una recesión económica.